Centros tradicionales y emergentes

Francia, Italia, Suiza, Austria encabezan la oferta de turismo de nieve en el resto de Europa y son los nativos de esos países los que nutren las estadísticas de asistencia a las pistas, seguidos de alemanes y escandinavos, estos últimos, especialistas de los deportes de invierno.

A los tradicionales emplazamientos en los Alpes, cuyos valles y pendientes comparten los cuatro países citados, se están sumando en los últimos años otras estaciones de Eslovenia, Croacia, Eslovaquia y República Checa, que invirtieron en la mejora de instalaciones y promoción internacional hasta convertirse en opciones competitivas.

Principado de Andorra

Grandvalira. Una unión de las pistas andorranas nacida hace 10 años y que ya es uno de los sitios más apreciados de los Pirineos. Tiene un calendario de eventos muy dinámico.

Francia

Val Thorens. La estación más alta de Europa, por encima de los 3.000 metros, pistas activas gran parte del año y alguna que otra estrella Michelin en su oferta gastronómica.

Courchevel. Son 600 kilómetros esquiables distribuidos en tres valles, que la ubican como la estación más grande el mundo. Y con un aeropuerto corto y ondulado que quita el hipo, sólo accesible para aviones pequeños y pilotos expertos.

Suiza

Saas Fee. La principal y mejor valorada estación helvética, a pocos kilómetros del límite con Italia. Un pequeño pueblo con casas de madera en negro que está "encajado" en un estrecho valle cercado por glaciares y picos de más de 4.000 metros.

Austria

Kitzbühel. El lujo concentrado en esta pequeña aldea del Tirol, donde las tiendas y boutiques disputan en cada metro cuadrado la atención de un turista más centrado en el consumo que en la calidad de sus pistas, aunque también sea una virtud a resaltar en este centro invernal.

Italia

Cortina D\'Ampezzo. Estación emplazada en las montañas declaradas Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Escenario de muchas competiciones deportivas de alto nivel.

Suecia

Riksfänsen. Estación ubicada dentro del Círculo Polar Ártico donde se puede hacer esquí de fondo, o en trineo tirado por perros, con la puesta del sol de medianoche de fondo en verano y cortina multicolor de la aurora boreal en invierno.

Eslovenia

Bovec. Vecina al Friuli italiano. Apropiada para esquiadores de un nivel intermedio, suma gradualmente otros servicios complementarios.

Alemania

Spitzingsee. A una hora de Munich por carretera. El complejo garantiza nieve toda la temporada gracias a sus potentes cañones de nieve artificial. Tiene zonas para snowboarders y aficionados al esquí de fondo.