Viajes con amigas: los destinos más buscados

Como cada mes de julio, es momento de celebrar la amistad y, por qué no, de decidirse a realizar aquel viaje soñado con el grupo de amigas de toda la vida. La experiencia de emprender este tipo de aventuras implica tomar decisiones: quiénes viajan, el destino, la seguridad y cuestiones relativas al dinero.

Entre los favoritos de las cordobesas se destacan los países latinoamericanos. Más allá del lugar, el viaje es una oportunidad para poner a prueba la amistad y compartir emociones y recuerdos para toda la vida.

Un país intenso

La cordobesa Josefina Cordera viajó junto con una amiga a Ecuador, un país que se ajustaba a sus planes y presupuesto. “Por un lado, es un país relativamente ‘chico’ con buenas playas, selva y montañas, lo que asegura una experiencia variada. Pero también supone que a tu compañera de viaje le guste moverse de un lado a otro, que tengan ganas de conocer, y eso implica caminar y caminar”, afirma.

Si bien las viajeras recomiendan este país, se debe tener en cuenta que hay que contar con buen estado físico, ya que en varios puntos es posible sufrir mal de altura. Josefina relata que, en el mes que pasaron en Ecuador, visitaron Guayaquil, Cuenca, la zona de volcanes y selva, Quito, Mompiche y Olón. “Ecuador es intenso. Se puede llegar a todos lados en colectivo –funcionan relativamente bien– y se puede armar un viaje de 15 días, un mes o más tiempo”, señala.

En cuanto a la experiencia de viajar con amigas, comenta: “Se trata de compartir el viaje desde la planificación, lo que lo hace más enriquecedor y divertido. Implica negociar ciertos destinos y descubrir otras formas de recorrer que amplían la experiencia. Mi amiga Glenda es una gran compañera de viaje y tenemos una mirada similar: aventurarse, acompañarse y disfrutar de todo lo que pasa en el recorrido, haciendo que hasta los malos ratos sean anécdotas divertidas para contar y recordar”.

Travesía andina

Bolivia y Perú fueron elegidos por la cordobesa Verónica Salde para pasar junto con dos amigas unas vacaciones de un mes. “Fue mi primer viaje de amigas y me marcó mucho. Creo que fue el inicio de mis aventuras”, explica. A su vez, otra cordobesa, Constanza Gamond, también eligió conquistar la montaña del Machu Picchu en Perú para realizar este tipo de experiencias. Sobre el destino, sostiene: “Es un lugar muy energético y hay un antes y un después de visitarlo. Es un encuentro con lo natural”.

En Perú, las opciones para vivir un viaje con amigas permiten explorar la ruta de los pueblos andinos; visitar los templos, viviendas, terrazas de cultivo y lugares sagrados de la ciudadela; degustar los platos típicos del país y divertirse en una noche de fiesta tradicional junto al lago Titicaca.

A la hora de hablar del grupo de viajeras, Verónica recomienda: “Creo que tres –y hasta cuatro– es un número perfecto para dividir gastos. Con menos personas es mejor porque resolvés más rápido y podés cambiar de planes si el lugar te atrapa. Uno debe conocer bien con quién viaja”. Un tema no menor es la seguridad que, según la entrevistada, hay que prever sobre todo si el destino incluye una cultura y un idioma diferentes. “Un consejo es siempre avisar a un familiar o amigo a dónde vamos a estar, cuál será nuestro siguiente movimiento”, rescata.

Sol, fiesta y mar

La última parada es Brasil, el destino elegido por las jóvenes que buscan diversión y mar. La distensión de sus playas atrae a quienes desean un estilo de vida relajado en el día y una agitada vida nocturna cuando cae el sol.

La cordobesa Graciela Lunad Rocha optó el año pasado por Camboriú para disfrutar de unas vacaciones junto con sus amigas. “Lo bueno de Camboriú es que podés salir a la noche a cenar, a tomar algo o ir al centro a dar una vuelta y la pasás hermoso. Hay muchas actividades náuticas en el mar y en las playas más populares como Laranjeiras también hay muchas propuestas”, comenta.

En este marco, para Graciela lo más relevante es respetar la independencia y las individualidades más allá del grupo: “Me parece muy importante viajar con amigas por el vínculo que se crea. Además, como estábamos de vacaciones no teníamos problemas de horarios; hacíamos lo que planeábamos cuando queríamos. Brasil es un lugar que se presta para conocer gente, es totalmente seguro y permite tener ciertas libertades”, finaliza.