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Viaje a una cultura milenaria

El estado de Nepal, enclavado entre la India y el Tibet, fue un reinado durante milenios. Desde 2005 es una república federal, su capital es Katmandú y está en proceso de elaborar su constitución.

Las mejores épocas del año para visitar Nepal son al finalizar el invierno boreal (de abril a mayo) y antes o después de la época de los Monzones (vientos estacionales con lluvias), o sea en setiembre y octubre. Para viajar, una buena opción es vía Doha, capital de Qatar (futura sede del Campeonato Mundial de Fútbol 2022), y de allí, donde hay buenas combinaciones, a Kathmandú, luego de 36 horas desde la partida de Argentina.

Nos recibieron con el clásico namastee, saludo de bienvenida y una guirnalda de flores que colocaron alrededor del cuello.

Al salir del aeropuerto, comprendimos que recorrer las calles sería una experiencia distinta. No sólo porque conducen por la izquierda (legado de la colonización inglesa) sino por la  cantidad de motos, ausencia de semáforos (los que hay no funcionan) y porque en los cruces de calles y avenidas se permite doblar en todas direcciones.

Aunque en los cruces importantes hay por lo menos cinco policías para ordenar el tráfico  y además todos los conductores respetan las sendas peatonales.

A la hora de elegir el alojamiento conviene hacerlo en la zona céntrica moderna, cerca de la avenida Durban. Es el sector comercial turístico, verdadera Torre de Babel, llena de gente joven de diferentes países.

El barrio ofrece la mayor concentración de guesthouses (casas de huéspedes), pensiones, ciber cafés y restaurantes para todos los bolsillos.

Ingresar a los bazares es encontrar cosas insospechadas que van desde material de escalada de segunda mano hasta falsificaciones de grandes marcas, un 25 por ciento más baratas. Esas tiendas se codean con las de artesanías típicas (carteras, alfombras, telas, pashminas, instrumentos musicales, artículos religiosos budistas e hinduistas) y las de souvenir (gorros, remeras e imanes).

En la zona también hay decenas de agencias de excursiones, que ofrecen desde los alrededores de Khatmandú hasta trekking al campamento base del Everest.

Estas lejanas tierras sorprenden con una cultura fascinante que conserva rezagos de una arquitectura esplendorosa que marcó toda una época. Ejemplo de ello son los centros históricos o Plaza Durbar de Kathmandú, Patán y Bhaktapur que son verdaderas joyas de la arquitectura nepalí.

Estas ciudades surgieron cuando el rey Yaksa Malla –que reinó de 1429 a 1482– dividió el reino entre sus tres hijos. Así, creó en el valle tres principados independientes.

Inolvidable recorrido. Al llegar se impone una visita panorámica para recorrer el templo de Shiva o Pashupatinaht, el principal del hinduismo en Nepal. Está situado a la vera del sagrado río Bagsmati, donde diariamente se realizan las cremaciones de los hinduistas.

Una experiencia sobrecogedora es observar la preparación de la pira funeraria; el acondicionamiento del cuerpo y la cobertura con paja seca para facilitar la acción del fuego. Las cenizas se arrojan al río y los familiares limpian el sector para ser utilizado nuevamente.

Con la fuerte impresión de la ceremonia trepamos al autobús, rumbo a la estupa de Boudhanath, uno de los sitios sagrados para peregrinos budistas del Tíbet.

Una pagoda es un templo budista, cuya base se encuentra orientada hacia los cuatro puntos cardinales y que simboliza la Tierra, de color amarillo; una cúpula azul que  representa el agua; un cubo rojo con los ojos de Buda (que todo lo ve) y representa el fuego; otro cubo verde de metal, que simboliza el viento, y en la cúspide, una especie de techo  blanco con telas doradas que aluden al espacio.

Alrededor de esta estupa se se agrupan 50 monasterios budistas que se pueden visitar. Los edificios alrededor de la estupa, son muy antiguos pero  bien conservados, a diferencia de otras construcciones de Kathmandú.

Una recorrida merece la estupa de Swayambunath, conocida como templo de los monos, por la cantidad de primates que en libertad viven en los alrededores. Es la segunda más visitada por los budistas nepalíes y está ubicada en la cima de una colina desde la que se divisa gran parte del Valle de Kathmandú.

La visita en Kathmandú puede continuar en Plaza Durbar y  alrededores, donde están los edificios reales y las pagodas más importantes. Allí, el palacio de la Kumari (virgen, en nepalí) es en honor a una diosa viva, una niña elegida de la casta Shakya, a los 4 ó 5 años, a la que se separa de la familia para vivir en el palacio hasta que tiene su primera menstruación. En ese momento se la reemplaza y recibirá una retribución estatal vitalicia.

Mientras estábamos en el patio del palacio apareció en un balcón y conocimos a la niña de aproximadamente 6 años, vestida con trajes típicos y el rostro maquillado. Esto ocurre un par de veces al día y por no más de 30 segundos.

Bhaktapur. La ciudad de Bhaktapur, en 1934, sufrió un terremoto que destruyó casi un tercio de los antiguos templos, monasterios y otros edificios. Lo que quedó en pie es maravilloso, tanto que en 1979 la Unesco declaró a la ciudad Patrimonio de la Humanidad.

La ciudad antigua debe caminarse, porque está vedado el ingreso de vehículos. No hay agua corriente y la población debe proveerse en los pozos diseminados por toda la ciudad.

Las viviendas son de adobe, techos muy bajos y pequeños balcones de madera labrada. El deterioro es evidente, pero desde 1979 el continuo aporte de fondos desde la Unesco permite que se vaya restaurando de a poco.

Acá está la pagoda más alta de Nepal, la única de cinco pisos; el Palacio Presidencial, y diferentes monasterios que datan de 1400.
Patan es una ciudad pequeña, cuya Plaza Durbar también fue declarada Patrimonio de la Humanidad. Cuenta con un conjunto arquitectónico de esculturas talladas en piedra, soberbios dinteles, puertas de bronce, balcones de madera, patios recoletos y estatuas. Concentra muchos templos, monasterios, fuentes públicas y patios ornamentados.

Los mercados al aire libre venden las mejores frutas y verduras y los negocios, generalmente chicos, usan las veredas para exhibir sus mercancías.

En resumen, Kathmandú es la ciudad que más absorbió las influencias del turismo internacional.

Patan, que no es tan visitada,  no ofrece servicios y mantiene más pura la forma de vida. La mayoría del pueblo luce la ropa  tradicional y conserva tradiciones. Pero es Bhaktapur la que se quedó en el siglo XV. Toda la población viste los atuendos típicos y respeta costumbres centenarias.

Conocer estas ciudades fascinantes marcan un antes y un después en la vida de los viajeros.

Datos

Nombre oficial: República Federal Democrática de Nepal.
Capital: Khatmandú.
Idioma oficial: nepalí.
Forma de Gobierno: república federal.
Población total: 28.287.147 habitantes (2007).
Moneda: rupia NPR Cotización.