En los años ’20, durante la época de la ley seca en Estados Unidos, se denominaba “speakeasy” a los bares que vendían alcohol de manera ilegal. Recibieron este nombre, que en inglés significa “habla bajo”, debido a que esto era lo que decían los camareros a sus clientes para mantener la discreción al máximo.
Inspirado en estos bares a puertas cerradas de 1920, Frank’s Bar (ubicado en Arévalo 1445, Ciudad de Buenos Aires) decidió abrirse sólo para quien levante el teléfono de la antigua cabina que camufla la entrada y pronuncie la contraseña secreta.
PASEOS. Redescubriendo Buenos Aires.
Una vez dentro, el salón deslumbra a sus visitantes con arañas que cuelgan con elegancia desde los techos, sofás de terciopelo rojo y pisos de madera. En ese escenario, una de las estrellas del lugar es la barra victoriana de más de 100 años de antigüedad, rodeada por una diversidad de bebidas y una colección de vasos de cristal.
No se lo digas a nadie
Para poder entrar a este bar, que ocupa el puesto número 36 entre los mejores bares del mundo, sólo es necesario estar muy atento a las pistas que dejan en Facebook o Twitter y alistarse para una interesante experiencia. Abre de martes a sábado. Más info.
#CocktailHour.
— Franks Bar (@Franks_Bar) 14 de septiembre de 2017
Sensaciones púrpuras. #Beetpurple.#bar #cocktail #speakeasybar #tragos pic.twitter.com/4hK2lTToP7
#PersonajesFranks.
— Franks Bar (@Franks_Bar) 12 de septiembre de 2017
De la versatilidad de ellos salen los cocktails a tu medida. pic.twitter.com/9mvKAty2R3
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— Franks Bar (@Franks_Bar) 3 de septiembre de 2017
Secretos bien ocultos. pic.twitter.com/xJYyR3Q90t
#FranksCode.
— Franks Bar (@Franks_Bar) 10 de agosto de 2017
Sensaciones y momentos intensos se viven en estos espacios. pic.twitter.com/UXW6r1wI1D