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Toledo es la ciudad española multicultural por excelencia, capital de Castilla – La Mancha. Amurallada desde su exterior, en su interior es rica en cultura, historia, costumbre y edificios.
Declarada Patrimonio de la Humanidad en 1986, fue definida como "sede de un encuentro de culturas", como resultado de las distintas civilizaciones que dejaron su huella: romanos, visigodos, judíos, musulmanes y cristianos.
Convertida en fuente de inspiración de artistas y escritores, son varias las obras literarias que la evocan, desde El Quijote de la Mancha de Cervantes, o la máxima expresada por Gustavo Adolfo Bécquer, que actualmente se puede leer en la puerta de la judería: "En nombre de los poetas y de los artistas, en nombre de los que sueñan y de los que estudian, se prohíbe a la civilización que toque uno solo de estos ladrillos con su mano demoledora y prosaica".
El vértigo que provoca caminar sobre calles serpenteantes, irregulares y con ascensos y descensos da la sensación de ir a cada paso descubriendo un pedacito de su historia.
La mejor forma de abordarla es de la mano de un guía local, ya que no solamente facilita el armado del itinerario de acuerdo al interés personal de cada uno sino por el aporte de la historia, la cultura y los puntos de interés que sólo un local puede transmitir.
Los puntos recomendados para visitar:
Puerta Bisagra: es la entrada al barrio antiguo.
Mezquita del Cristo de la Luz: su construcción se remonta del año 999, de origen islámico, que en el siglo XII se transformó en una iglesia cristiana.
Catedral Santa María, conocida como la Catadral Primada de Toledo: es uno de los mejores ejemplos del estilo gótico en España.
Alcázar de Toledo: emplazado en la colina más alta de la ciudad, hoy transformado en Museo del Ejército, guarda parte de la historia española en sus contenidos y sus muros.
Museo de El Greco: es una casa en la que se encuentra gran parte de la obra del artista cretense, conocido como "el griego de Toledo".
Sinagoga Santa María la Blanca: es uno de los monumentos más bellos de la judería de Toledo, construida en el año 1180. Conserva en su interior el relato de su historia devenida en distintos usos y también alberga al Museo Sefardí.
Capital de sabores
Sabrosa, variada y nutrida de productos de la región, la gastronomia toledana se caracteriza por incorporar la influencia de tres culturas: es mestiza y tiene influencias moriscas, sefarditas y cristianas, con platos típicos de buena calidad que están marcados por la cocina española.
En el año 2016 fue reconocida como la "Capital Española de la Gastronomía".
La producción local es muy variada: Desde la excelencia de sus vinos, pasando por el aceite de oliva, legumbres, carnes y quesos, ingredientes que suman calidad a los platos que sirven los distintos restaurantes. El "arroz a la toledana" y la "perdiz estofada" son dos de los platos clásicos recomendados en las visitas.
Los dulces son puntos fuertes gastronómicos. Vale recordar que la estrella es el tradicional "mazapán" cuyo origen se remonta al año 1512, y es preparado con almendras, azúcar y huevo. Es una confitura que se la relaciona con las fiestas navideñas. En la actualidad, se lo puede probar en el Obrador de Santo Tomé, lugar que lo elaboran desde el año 1856.
Tips de viajeros
Si bien lo usual es la visita de un día (por la cercanía con Madrid y el fácil acceso), es preferible destinarle mínimo dos días a recorrer Toledo y planificar al menos una noche en la ciudad.
Es aconsejable recorrerla de la mano de guías locales (www.patrimoniotoledo.com) y armar itinerario a medida. Las visitas guiadas nocturnas, con sus luces y sombras, son experiencias únicas.
En la página de Turismo Toledo (turismo.toledo.es) se encuentran detalladas las actividades, sitios gastronómicos y datos útiles.
