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South Beach, una “ciudad” dentro de Miami

Lejos de las compras y las autopistas, el sur de Miami Beach atrae no sólo por sus playas, sino también por sus edificios históricos y sus ferias de arte. 

Lentamente, Miami se quita el traje de ciudad-shopping para tratar de imitar a su hermana mayor, Nueva York. Lejos de la frivolidad de las compras y las autopistas, la ciudad rescata su historia e invita a dejar el auto y disfrutar del arte.

Esta transformación es impulsada desde Miami Beach, isla alargada de 14 kilómetros que corre paralela al continente, y en especial en el sur, South Beach, donde el distrito Art Deco y las ferias de arte atraen a multitudes.

Caminar por la avenida Collins (la principal) desde la calle 23 hacia el sur es ver una escenografía de los años 30, pero con actores del siglo 21. La mayoría de los edificios  fueron construidos entre 1925 y 1940, durante la Gran Depresión, en el estilo art déco, un movimiento que surgió con la intención de levantar los ánimos del país. De allí su arquitectura lúdica, que incluye cubos, esferas, rayas paralelas, tableros con bajorrelieves, colores pastel y, sobre todo, letreros con luces de neón.

Estos hoteles que en los años ’40 eran los preferidos de celebridades como Rita Hayworth o Clark Gable, fueron rescatados no hace mucho. Es el caso del espléndido y lujoso The Setai, de 1930, que combina el edificio de cuatro pisos sobre la avenida con una torre levantada detrás, con vista al mar. El barrio concentra nuevamente la vida social de turistas y locales: los bares y restaurantes están repletos, la gente hace cola en la vereda, y las Ferraris y Bugattis descapotables desfilan con la música a todo volumen.

A la altura de la calle 14 comienza la avenida Ocean Drive, donde se suceden más hoteles y espacios gastronómicos frente al mar. Cuando cae el sol, empiezan a llenarse de gente que comparte margaritas en grandes copones mientras escucha música en vivo. Entre los edificios más destacados de Ocean Drive están el hotel The Tides, de 1936; el hotel Cardozo, una perla del art déco de 1939 que hoy es propiedad de Gloria y Emilio Estefan; y la casona de estilo español Casa Casuarina, de 1930, que fue la mansión de Gianni Versace y que se ha convertido en un hotel de lujo con pocas habitaciones y un restaurante de alta cocina, Gianni. Los turistas suelen sacarse fotos en las escalinatas donde el diseñador murió asesinado. Dentro, la piscina con mosaicos bañados en oro, los frescos en las paredes y los mármoles hablan del barroco italiano, el estilo preferido de Versace.

DATOS. Información útil para viajar a South Beach en Miami.

Vale la pena recorrer la Collins, sobre todo cuando cae la noche y los edificios encienden las luces; llegar hasta Ocean Drive y seguir hasta la calle 7 y la playa, desde donde se obtiene una panorámica de los edificios iluminados.

En South Beach se afianzó también el interés por las artes visuales con la feria Art Basel, cuya primera edición se celebró en 2001. Desde entonces, otras ferias satélite se fueron multiplicando en los alrededores; como Untitled, que tiene lugar en la playa, frente a Ocean Drive.

Muy lejos de las autopistas, un sendero para bicicletas y peatones rodeado de palmeras y jardines circunda la playa en todo Miami Beach. Muchos hoteles, como The Setai, tienen bicicletas con canastos que permiten recorrer la isla y llegar hasta el extremo sur, donde la playa termina en un espigón y muelle. Allí, bordeando el canal que conduce a las marinas y al puerto, está South Pointe Park, ideal para seguir en bicicleta o a pie, almorzar en Smith & Wollensky, famoso por su bife de chorizo, y ver la escultura Faro Obstinado, del artista Tobias Rehberger, construida con vidrio, aluminio y luces led.

Sin embotellamientos ni edificios anónimos, South Beach es una ciudad aparte dentro de Miami.