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Manjares del sur de Brasil, para todos los gustos

En una serie de posteos, Latam destaca alternativas para descubrir en sus distintas rutas. Aquí, la gastronomía del sur brasileño.

Latam destaca lugares conocidos o por descubrir, costumbres, fiestas populares o buena gastronomía de los principales destinos a los que vuela la línea aérea.

Una de sus últimas publicaciones de #SaboresLatam, se concentra en la gastronomía que es parte del patrimonio cultural y turístico de la región sur de Brasil. Se trata de una zona que recibió influencias de los descendientes de italianos, alemanes y portugueses, pero también de las colonias polacas, ucranianas y holandesas, con transformaciones y adaptaciones al clima y al uso de ingredientes locales.

¿El resultado de esa combinación? “Siempre encontrarás buena comida”, prometen.

Algunas maravillas

Claro que hay muchos buenos platos que vienen del mar, pero no únicamente de allí. En el blog, la inspiración marítima se transmite en lo culinario: “Los pescados y mariscos son los protagonistas de algunos de los platos más famosos de Florianópolis. Especialmente entre los meses de abril y julio, la estrella es el salmonete asado en la teja”.

Además, destacan que durante ese período, “los cardúmenes llegan a las playas de la isla de Santa Catarina, dejando felices a los pescadores y turistas. La colonización azoriana, combinada con la cultura indígena, brinda también otros manjares como la empanada de berberechos, molusco típico de la región, y la secuencia de mariscos”.

“Esta opción consiste en una especie de menú degustación con una inmensa variedad de platos, entre los que se destacan ostras, langostinos, moluscos, concha rellena de jaiba desmenuzada, pescados, puré de harina de yuca con pescado, que son servidos con variados acompañamientos”, agregan.

Sobre “los manjares de la tierra” se refieren principalmente a las regiones montañosas del sur de Brasil, donde el pino brasileño o araucaria es un árbol que produce semillas conocidas como piñones, usadas en varias recetas tradicionales y cuyo uso fue heredado de las tribus indígenas.

“El Festival Nacional del Piñón, que se realiza anualmente en la ciudad de Lages, atrae a miles de turistas a la Sierra Catarinense. Los piñones no solo se pueden consumir cocidos o asados, sino que también se utilizan en tortas y queques, dulces, sopas e incluso risottos”.

Por otra parte, en la costa de Paraná, la ciudad de Morretes trae el "barreado", un plato que mezcla influencias portuguesas e indígenas, y que tiene una tradición de más de 300 años. “La receta es sencilla, pero hay que seguirla al pie de la letra: se trata de carne guisada que necesita ser cocida durante varias horas a fuego muy lento en una olla de barro sellada con puré de harina de yuca. De esta forma, el vapor no se escapa durante la cocción”.

Café y vino

“Una especialidad muy común en ciudades con colonización alemana, como Gramado y Canela, es el café colonial. Pero ojo, no solo es café. “¡Es un verdadero banquete! Estos cafés coloniales son cafeterías especializadas en tener mesas enormes donde los clientes se sirven libremente de varios tipos de panes, tortas, empanadas, queques, mermeladas, galletas, dulces, además de diversos tipos de quesos y fríos. Para acompañar, las opciones incluyen desde bebidas calientes hasta vinos de la región”. La cuca es imperdible: una especie de pan dulce cubierto con harina crujiente y varios tipos de rellenos.

El Vale dos Vinhedos, en Rio Grande do Sul, se hizo famoso en las últimas décadas debido a la producción de vinos y espumantes, siendo la primera región productora que recibió la “Denominación de Origen” de vinos en Brasil.

“Al pasar por las ciudades de Monte Belo do Sul, Garibaldi y Bento Gonçalves, se encuentran viñas de todos los tamaños, que ofrecen degustaciones siempre acompañadas de recetas típicas de la región”, destacan desde #SaboresLatam.