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Lila, la perra que ayuda a recolectar plástico del mar

Esta labradora pone sus habilidades de natación al servicio de 4Ocean Bracelet, una compañía que se dedica a limpiar el agua de los océanos y hacer pulseras con materiales reciclados.

Hace unos años, Lila, una labradora de pelaje negro, se hizo famosa en todo el mundo por bucear buscando langostas. Hoy vuelve a estar en boca de todos porque utiliza sus habilidades de natación para ayudar a sacar el plástico que contamina el mar.

Junto con su dueño, Alex Schulze, colaboran para limpiar el agua de la mano de 4Ocean Bracelet, una compañía que se dedica a este propósito mediante la creación de pulseras con materiales reciclados.

De qué se trata el proyecto

4Ocean Bracelet surgió durante un viaje de Alex con un compañero para hacer surf en Bali, Indonesia. Los jóvenes quedaron devastados por la cantidad de plástico que vieron en el océano y se preguntaron por qué nadie hacía nada al respecto. Al llegar a un pueblo de pescadores y comprobar que debían empujar su bote a través de los residuos que había en la orilla, se dieron cuenta de que la contaminación amenazaba tanto el medio ambiente oceánico como el sustento de los pescadores. “’¿Podrían los pescadores usar sus redes para sacar el plástico del océano?’ Esta idea se quedó con los surfistas y sabían que era hora de hacer algo. Así es como nació el 4Ocean Bracelet”, describe el sitio web.

Hecha de materiales reciclados, cada pulsera comprada financia la eliminación de medio kilo de basura del océano y las costas. Así, en menos de dos años, 4Ocean eliminó 507.116 kilos de basura.

Un entrenamiento gradual

En el primer video que Alex subió a su canal de YouTube, con el que hizo famosa a su mascota, explicaba cómo entrenar a un perro para atrapar una langosta viva. “Me dedico al océano y entrené a mi labrador negro, Lila, para bucear bajo el agua y recoger juguetes. Un día, mientras buceaba libremente, tuve la idea de intentar que atrapara una langosta viva. Efectivamente, lo hizo en su primer intento, y el resto fue historia”, sostuvo el dueño. La clave es no es exigirle demasiado al animal, sino entender que puede ser un proceso gradual y largo.