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Las vedettes del Pacífico Sur

Un paseo por Tahití, Moorea y Bora Bora, las hermosas islas de la Polinesia Francesa. Se las conoce también como las “islas del amor” o Islas de la Sociedad.

S i bien durante la temporada de teatro en verano se las puede ver en nuestras sierras, los amantes del turismo pueden disfrutar durante todo el año de otras vedettes, las de la Polinesia Francesa: Tahití, Moorea y Bora Bora. Cálida, suave, transparente y sentimental, es un destino donde se agotan los adjetivos.

Con salida desde Córdoba y escalas en Santiago de Chile e Isla de Pascua, se aterriza en el aeropuerto internacional Tahití-Faa\'a. A partir de allí se produce el salto del mundo imaginario al mundo real.

Todo lo soñado en la imaginación para unas vacaciones ideales en compañía del mar, se traduce en soberbias playas de arenas extremadamente blancas; explosión de colores; aguas transparentes; relax; delicadeza; brillo, y gente feliz. Esos elementos conforman un combo paradisíaco. Desde la llegada al aeropuerto se puede percibir el romanticismo que flota en el aire.

La Polinesia se dibuja en el mapa inmersa en un triángulo imaginario en cuyos extremos se ubican Hawai, Nueva Zelanda y la Isla de Pascua. Su significado de “islas múltiples”, se reparte en islas y atolones que contemplan una superficie terrestre de alrededor de cuatro mil kilómetros cuadrados, divididos en cinco archipiélagos: Islas de la Sociedad, Atolones de las Tuamotu, Islas Marquesas, Islas Australes e Islas Gambier.

Las francesas Îles de la Société (Islas de la Sociedad) se fraccionan en dos grupos: las islas al viento, Barlovento, y las islas bajo el viento, Sotavento.

Aquí es donde se alojan las vedettes de ensueño, las islas más prestigiosas del Pacífico sur y quizás del mundo. Ellas son refrescadas por la suave brisa del océano y desde noviembre a mayo viven un clima caluroso y húmedo, con temperatura promedio de 30° C, mientras que entre junio y octubre el aire es un tanto más seco y la temperatura se ubica alrededor de los 26º C.

Su perfil de fin del mundo genera gran exotismo en el medio ambiente natural, preservado, y hace de estas islas un irresistible destino turístico. La Polinesia Francesa es un mundo lleno de sensaciones, que cumple todos los requisitos para ser un verdadero paraíso en la tierra.

Su estilo autóctono se mimetiza armoniosamente con la magia del los paisajes; lagunas y montañas y la diversidad de sus islas, únicamente es igualada por el fondo oceánico que comparten.

Los bungalows sobre pilotes, suspendidos sobre el lagoon turquesa, son un producto emblemático de la Polinesia y se han convertido en el símbolo del romanticismo de las islas. Parte de sus pisos de vidrio permiten apreciar el excepcional arco iris marino, conformado por peces payaso, libélulas y otras especies.

Los dos besos en la mejilla para el recibimiento obsequian hospitalidad y generosidad, como cualidad innata en cada polinesio. La alegría invade sus espíritus y se expresa en el arte culinario, los bailes y en la manera de adornar sus cuerpos.

Ésta es la función de los simbólicos tatuajes, originarios de los nativos isleños, que se ha extendido más allá de los mares y que privilegia el uso del color negro en detrimento de otros.

Por su parte, la danza tahitiana en sus orígenes era juzgado demasiado erótica por los misioneros y, a semejanza del tatuaje, debía hacerse de forma clandestina hasta principios del siglo 20.

Los rituales maoríes del hula y el haka están latentes en cada rincón de los archipiélagos. Las polleras de hierba flotan en el aire al ritmo de las caderas, encantadas por el sonido del ukelele (guitarra), y los collares de gardenias ponen colores alrededor de los cuellos de los viajeros que pisan el aeropuerto.

Tanto las flores como el baile, forman parte de la cultura y la vida y simbolizan la fiesta, el placer y el goce como práctica popular y elemento de cohesión social.

Al arribar a destino, con su flor emblemática, tiare, en función ornamental, se despejan las incógnitas sobre la situación sentimental del visitante: si la flor es situada detrás de la oreja izquierda, simboliza que está casado o comprometido; si se coloca en ambas orejas, significa que, pese a estar casado, está disponible, y cuando la flor se ubica detrás de la oreja derecha, representa que está completamente disponible.

Cuando el servicio de desayuno llega sobre una piragua al confort de los bungalows, las palmeras inclinan su cuerpo sobre el mar emulando un ritual de adoración ante semejante belleza.

El toque peculiar se manifiesta profusamente en la riqueza de su cocina natural, que ha sabido adaptarse a los gustos y costumbres de los visitantes. Si bien el pescado es el eje de los platos isleños, el consumo de carne, importada de Nueva Zelanda, es también importante, mientras que las frutas exóticas son endulzadas con vainilla, como distintivo habitual.

Lo que hay que saber

Tarifa aérea. Con LAN, desde Córdoba, U 2.016, con impuestos incluidos. LAN tiene una promoción, denominada "Luna de miel", por la cual la novia paga el 50% de la tarifa aérea neta, sin contar los impuestos y tasas.

Tsunami: vale aclarar que la Polinesia Francesa no ha sido afectada por el terremoto de Japón ni por los tsunamis posteriores.

Paquetes turísticos

Tahití y Moorea: aéreos; ocho días, siete noches; una noche en el Papeete Manava Suite Resort, con desayuno; seis noches en el Moorea Pearl Beach Resort, con desayuno; day use (alojamiento hasta la partida) en Moorea; traslados; pasajes aéreos; aremiiti (catamarán de Papeete a Moorea), collar de flores (bienvenida) y caracoles (despedida), en mayo, U 3.390 y en junio, U 3.450.

Tahití, Moorea y Bora Bora: aéreos; ocho días y siete noches; una noche en el Papeete Manava Suite Resort, con desayuno; tres noches en el Moorea Pearl Beach Resort, con media pensión; tres noches en el Bora Bora Pearl Beach Resort, con media pensión; day use en Bora Bora; traslados, collar de flores y de caracoles, en mayo U 4.490 y en junio U 4.900.

El mismo programa, pero 15 días y 14 noches, con dos noches en el Papeete Sofitel Maeva Beach, con desayuno; seis noches en el Moorea Sofitel Ia Ora, con media pensión, y seis noches en el Bora Bora Sofitel Marara, con media pensión, en mayo U 5.700 y en junio U 5.900.