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La aventura de viajar solos

Lo común es viajar en compañía de familiares o de amigos. Viajar solos es una alternativa que no muchos eligen ya que exige un cambio de mentalidad para relacionarse con otros y con uno mismo, y, además, requiere ser más cuidadosos en algunos aspectos.

“Si quieres ir rápido, ve solo; si quieres ir lejos, ve acompañado”, aconseja un dicho de la sabiduría popular.

El sitio de Internet Turismocity recomienda una decena de claves para quienes tengan interés en emprender una aventura de forma independiente.

actitud positiva. Al viajar solo, la experiencia del viaje depende íntegramente de uno, ya que se puede decidir qué lugares visitar y con qué personas establecer contacto. Los extrovertidos pueden tener más facilidad, pero también es un buen ejercicio de crecimiento personal para los tímidos.

Estar con una actitud propiciadora de la charla y la socialización es clave para poder conocer personas, ya que el aprendizaje sobre otras culturas y los nuevos amigos son de las cosas más memorables de los viajes.

Decisiones sobre lugares y uso del tiempo corren por cuenta propia.
Decisiones sobre lugares y uso del tiempo corren por cuenta propia.

Evitar las estructuras. Pensar un itinerario de viaje es útil para poder calcular el presupuesto y para aprovechar mejor el tiempo. De todos modos, siempre es bueno no estar demasiado apegados a la planificación, por si en el momento se siente una conexión especial con algún lugar o algún otro viajero, y se prefiere prolongar la estadía allí. Por eso, es recomendable no comprar viajes internos (ya sean de avión, ómnibus o tren) con mucha anticipación.

Abiertos a lo diferente. Quizás la idea del viaje era conocer determinados lugares, hospedarse en un cierto tipo de alojamiento o trasladarse de una manera específica.

Sin embargo, es bueno no apegarse a las costumbres y estar dispuestos a probar formas diferentes de viajar para enriquecer con experiencias.

Informarse bien. Al momento de la planificación conviene hacer todas las averiguaciones necesarias para no llevarse malas sorpresas una vez llegados a destino.

No sólo se recomienda investigar sobre las actividades a realizar, los días y horarios de apertura de los principales puntos turísticos, sino también leer foros o consejos para manejarse con los lugareños, ya que las costumbres pueden varían según la región. Un ejemplo clásico es el de las propinas; es bueno saber cómo son las políticas de “tips” para evitar momentos de tensión.

Sin vergüenza de preguntar. Muchas veces, por el espíritu explorador que caracteriza a la mayor parte de los viajeros que van solos, puede pasar que sin darse cuenta se adentren en alguna zona no muy segura o pierdan la orientación.

Ante la duda, es muy importante no tener vergüenza de preguntar o pedir ayuda. Esto a veces puede inhibir, sobre todo si el idioma es desconocido, ya que puede ser más difícil hacerse entender.

No hay que desanimarse si los locales no entienden, siempre va a haber alguien que hable un mínimo de inglés y esté dispuesto a ayudar. Este consejo también aplica si el viajero se siente mal o se descompensa: siempre se debe hacer que alguien se dé cuenta de la situación.

Pedir siempre mapas. Por más que se cuente con un teléfono celular con GPS, mapas y múltiples aplicaciones útiles para viajeros, es muy recomendable contar con un soporte en papel, para no depender de la señal o la conexión a Internet.

En los aeropuertos u oficinas de turismo se pueden conseguir mapas, o si no, por las dudas, se pueden imprimir antes de viajar.

Entablar nuevas relaciones es una alternativa de quienes viajan solos.
Entablar nuevas relaciones es una alternativa de quienes viajan solos.

Mantener contactos. Como una medida básica de seguridad, es ideal mantener comunicación con los allegados, familiares o amigos, para que estén al tanto de cuál es el paradero actual, cuáles serán los planes para los días siguientes y dónde se ubica el lugar de alojamiento.

Al mismo tiempo, si se consigue un compañero (a) de viaje en el camino, sería bueno pasar su número de celular, como una forma de estar prevenidos ante cualquier eventualidad, o por si el propio teléfono tiene algún problema o se pierde.

Controlar lo que ingiere. En cualquier viaje, la hidratación es fundamental para mantenerse saludable y con energía. Por las dudas, siempre conviene tomar agua de botellas compradas y abiertas por uno mismo, para evitar cualquier tipo de contaminación. En cuanto a los alimentos, a veces es tentador comprar en puestos callejeros por el bajo costo y practicidad, pero es necesario controlar qué es lo que se come para evitar intoxicaciones.

Asistencia al viajero. Puede parecer un gasto extra innecesario, pero es necesario tener un seguro de viaje con cobertura internacional, para evitar los costos que tiene la salud en algunas partes del mundo.

Disfrutar de uno mismo. Viajar solo es una experiencia que brinda autoconocimiento y que exacerba las fortalezas.

Más información: 

www.turismocity.com, sitio web que reúne más de 100 agencias de viaje.