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Europa: razones para decidirse

La carta de presentación europea puede ser tan variada como sus idiomas. Aquí, un recorrido a través de las alternativas que proponen algunos operadores turísticos cordobeses.

Welcome. Vítejte. Willkommen. Benvingut. Bienvenue. Fogadtatás. Bella, rica, diversa e inabarcable; como la cantidad de idiomas con los que puede dar la bienvenida. Así es Europa, una cita obligada para los viajeros por su cultura, historia y combinación de paisajes.

Puede ser por la Torre Eiffel, el Kremlin, el Coliseo Romano, el Partenón, el Big Ben o la Sagrada Familia. O también por el jamón ibérico, el queso francés, la pasta o la pizza italianas, el whisky escocés, el chocolate suizo o las salchichas y las cervezas alemanas. Lo cierto es que, simplemente, dentro de la infinidad de atractivos que ofrece el Viejo Continente, cada viajero puede encontrar sus propias razones.

"El público siempre se renueva", dice José Destefanis, máximo responsable de la mayorista homónima. Por eso, más allá de las tendencias, siempre hay demanda de las capitales clásicas. En este punto coinciden todos los operadores turísticos consultados por Voy de Viaje.

Para Sofía Barbosa, de Viajes TDH, “la combinación entre lo histórico y lo moderno hace de Europa un lugar óptimo y siempre provechoso”.

“Es una tierra con varias facetas”, añade Carmen Cane, de Impulso Travel, sobre este territorio relativamente pequeño que concentra tradiciones, costumbres y recuerdos diversos. De aquí que algunos viajeros caigan en la tentación de sumergirse en itinerarios intensos. Y la comparación mental es inevitable: ver semejante diversidad en América llevaría el triple de tiempo, simplemente por lo que demandaría trasladarse de un país a otro.

Además, “es para todas las edades” y se puede visitar de manera “económica o de lujo”, suma Santiago Jofré, de Interturis, quien no duda en sostener que “una vez en la vida hay que conocer su cultura, la historia que nos une, gastronomía, paisajes variados, moda y hasta sus espectáculos deportivos”.

“Por suerte, cruzar el charco ya no es tan difícil. No es ‘el viaje’ a nivel económico, pero sí lo es a nivel de experiencia”, expresa Federico Schwerkolt, del mayorista Ola.

RAZONES. Europa: razones para decidirse.

Y no hay que olvidarse de que “la mejora en la oferta de los vuelos, la estabilidad del euro, la financiación vigente y la posibilidad de organizar un viaje con tiempo y a medida” son algunos de los factores que influyen al momento de la elección, tal como asegura Verónica Derecynski, diseñadora de producto de Siga Turismo.

Teniendo en cuenta estos conceptos es que los circuitos disponibles para los viajeros están a tono con el destino: son sumamente variados en todos sus aspectos (precios, días y servicios). Eso sí, la mayoría de los viajes conllevan un promedio mínimo de 15 a 20 días para amortizar el aéreo y poder conocer bastante. Aunque también, en contrapartida, surgen algunas opciones de apenas siete días para hacer una gran capital a fondo o alguna zona de un país puntual.

No es la primera vez

Asumiendo que “Europa es un destino muy llamador” –como insisten en afirmar los operadores–, quienes ya se dieron el gusto de poner un pie en ciudades tan antiguas como vitales y eternamente seductoras como Madrid, París, Roma, Venecia o Londres, y tienen la posibilidad de regresar, pueden elegir entre repetir destinos y profundizar lo conocido o explorar nuevos rumbos más promocionados actualmente.

Para ellos, con el paso de los años, los circuitos se fueron amoldando hacia alternativas más específicas: del clásico tour de 25 ó 30 días pisando varios países, se alternó a otros que ofrecen un raid menos agitado. “Fue de una época en la que la gente no viajaba tanto y, cuando lo hacía, le sacaba el jugo. Hoy hay muchas más posibilidades, y son muchos los que están viajando todo el tiempo”, sostiene Barbosa en referencia a la mutación. En general, quienes tienen la oportunidad de reincidir no piensan en hacer todo lo posible en poco tiempo, sino que prefieren visitar menos países pero conocerlos mejor.

“Europa del Este es impactante y, particularmente, Praga invita a volver todos los años. Es un lugar donde nunca alcanza el tiempo para conocer todo lo que tiene. Es deslumbrante para los viajeros por su patrimonio cultural, arquitectónico, además de todo lo que dejó el paso del comunismo”, desliza Destefanis sobre uno de los circuitos que el operador tiene en la vidriera.

Por su parte, la vocera de TDH señala que, “pensando en que los destinos clásicos siempre están vigentes en la preferencia”, armaron un viaje que combina España, Portugal y Marruecos, “para que haya un poco de clásico, un poco de nuevo y otro tanto de exótico”.

Algo similar ofrece Ola, con su paquete por la Península Ibérica. De acuerdo a lo que señala Schwerkolt,  es un viaje “para disfrutar de las delicias culinarias, historia y paisajes cautivantes de los dos países más australes de Europa”.

Más puntual es la propuesta de Interturis para desandar únicamente ciudades españolas en auto. “Ideal para salir de tapas y piqueos, disfrutar de las playas del Mediterráneo, visitar La Alhambra y vivenciar la cultura andaluza con sus invasiones musulmanas”, remarca Jofré.

En sintonía, Siga Turismo invita recorrer el sur de España conociendo lo más tradicional y característico. “Ideal para conocer los monumentos y hechos históricos de mayor relevancia de España y, en muchos casos, del mundo. Por ejemplo, el barrio judío de Córdoba, la catedral con mayor superficie del mundo en Sevilla o la mayor obra de El Greco en Toledo”, sintetiza Derecynski.

Cambiando totalmente el panorama, Cane invita a sumergirse en el corazón de Países Bálticos y Rusia, con “su legado histórico, sus formas arquitectónicas, los modos cotidianos de esas sociedades tan diferentes a la nuestra y el imponente entorno natural en el que están inmersas”.

Ya sea que se quiera trazar una ruta para seguir una pasión, las huellas de una cultura desaparecida, el legado de algún artista o simplemente los rastros de un estilo arquitectónico, en esa parte del mundo todo es posible.