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Se trata de unas 30 hectáreas ubicadas en Srinagar, y era una apuesta de recuperación turística hasta la pandemia. La floración dura un mes, y nadie llegará a verla.
Las imágenes del increíble jardín de tulipanes en memoria de Indira Ghandi, de 30 hectáreas, en Srinagar (Cachemira, India), son tristes. Las flores se marchitarán en soledad, cuando su destino era, contrariamente, convertirse en un punto fuerte de la reactivación turística del lugar, algo que quedó en la nada con la crisis provocada por el coronavirus.
En Cachemira, las cosas no son color de tulipán: “Esperábamos que unos 300.000 visitantes disfrutaran de la floración de estos tulipanes de clase mundial que tienen una vida corta, de alrededor de un mes", dijo a la agencia EFE Sheikh Altaf, encargado del lugar.
El fomento de este inmenso jardín con más de 100 mil tulipanes extra que se plantaron para esta ocasión (en total hay 1,3 millones) es una apuesta ahora frustrada, ya que marchitarán a fin de mes sin más testigos que sus cuidadores.
Tenían expectativa de crecer el número de visitantes en un 20 por ciento con respecto al año anterior (cuando se registraron poco más de 250 mil).
El jardín fue inaugurado en el año 2007, junto a las montañas de Zabarwan, con vista al Lago Dal, y fomentaba el turismo de la zona, segunda actividad económica del lugar.
Pero el gobierno de la India realizó en agosto un bloqueo a la región y eso dificultó la situación, con la restricción de visitas.
Cuando iniciaban el proceso de recuperación, tras la reapertura de los permisos para los turistas, decidieron poner las esperanzas en el mes de marzo y en su colorido jardín... cuando en el mundo se derrumbó la industria de los viajes.
