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El emocionante viaje de “La ruta de las Bobes”

Con unos platos rotos de la abuela, Dan Lande inició un proyecto movilizador por Europa del Este, para conmemorar a abuelos y abuelas que emigraron a la Argentina y nunca regresaron.

"La Boussole", el primer club de viajeros de Sudamérica, organizaba cada mes una cena temática para viajar a distintos países a través de los sabores del mundo de la mano de un chef invitado.

En febrero de 2019, mientras los comensales disfrutaban de la velada destinada a Tanzania, a Dan Lande, fundador del club, se le cayeron accidentalmente cinco platos de su abuela, que habían estado por más de 40 años en su familia.

La culpa lo invadió, se preguntaba por qué había usado esa vajilla, y lo vivió como una tragedia, una deshonra a la memoria familiar.

Esa misma noche, no dejó de pensar en cómo remediar lo ocurrido, y se le ocurrió viajar a Polonia y llevar aquellos pedazos de platos rotos y dejarlos como placas conmemorativas en los pueblos de dónde eran oriundos sus abuelas y abuelos.

Sus “bobes” o “babas” (abuelas) y “zeides” (abuelos), en lengua idish, eran oriundos de aquel país y, luego de emigrar, nunca regresaron.

Sus abuelos maternos habían llegado a Argentina en el período entre guerras: el abuelo de Izbica y la abuela de un pueblo en la frontera con Ucrania del que pocos datos tenían. Sus abuelos paternos, de Stoczek, eran sobrevivientes de la guerra y habían estado prisioneros en un campo de trabajo forzado en Siberia.

¿Por qué solo tiene que ser para mis abuelos el homenaje?

Con esa pregunta en las redes sociales, Dan comentó su idea de viaje por Europa del Este y la gente comenzó contarle sus historias, de dónde eran sus abuelos. Así nació la “Ruta de las Bobes”, en honor a sus abuelas y abuelos judíos, pero que conmemora a todos sin importar credos o lugares de origen, porque es una historia que se revive en muchos inmigrantes.

El propósito era mostrar los pueblos y ciudades por los que viajaba desde las historias, no el típico recorrido turístico.

Aquella noche, después de dar contra el piso aquellos platos que habían estado por décadas en su familia, Dan nunca imaginó que aquellos pedazos lo llevarían por un recorrido inimaginable.

La ruta 

La ruta comenzó a mediados de junio de 2019, con siete países para visitar: Rumania, Bulgaria, Moldavia, Ucrania, Polonia, Bielorrusia y Lituania, sin un itinerario planificado. A medida que el recorrido avanzaba, el circuito se iba trazando de acuerdo a los pedidos de homenajes que le llegaban de los usuarios de las redes.

Algunos enviaban información completa, otros apenas algunos datos. A veces se trataba de lugares lejanos, o de los que no se tenía información clara. Si Dan debía moverse lejos del camino, quien pedía el homenaje colaboraba con la financiación del desplazamiento.

Dan llegaba a un pueblo, conseguía un plato para luego partirlo de manera tal que los tamaños permitieran intervenirlos, pintarlos con dibujos o mensajes. El momento de romper los platos era una ceremonia que se acompañaba con la narración de la historia o los datos que se tenían de los homenajeados, y la gente seguía con entusiasmo virtualmente a través las redes sociales.

Se realizaron 25 homenajes durante los 7 meses que duró el recorrido.

Pasado y presente

El pasado y el presente dialogaron en cada ciudad o pueblo visitado, las historias de los abuelos y abuelas se entrelazaban con las de los habitantes de aquellos lugares que los vieron partir. Aquellos pobladores locales que participaron y ayudaron a Dan a realizar los homenajes se convirtieron en parte de la ruta, dando lugar al surgimiento de nuevas historias y anécdotas.

Durante el año de pandemia, “La Ruta de las Bobes” organizó relatos en vivo por Instagram, con algunas de las historias de los homenajes y del viaje. Ahora, lo que sigue es escribir un libro de relatos del viaje e historias de ruta, como darle continuidad al proyecto trabajando con instituciones relacionadas a inmigración e identidad.

Rulo de Viaje

Dan Lande es “Rulo de Viaje” en las redes, viajero oriundo de Buenos Aires, administrador de empresas, especialista en viajes, creatividad e innovación, y docente universitario. En 2011, dejó su trabajo en relación de dependencia y comenzó con el sueño de viajar por el mundo. Realizó el proyecto fotográfico “Mundo sandía”, con 5000 fotos de gente de distintos países comiendo sandía. En 2014 fundó el primer club de viajeros de Sudamérica, “La Boussole”, espacio cultural dedicado a promover experiencias de viajes. Además, brinda talleres, workshops y cursos de escritura y creatividad, ahora desde la virtualidad.