Copenhague, cara, pero la mejor

En principio es recomendable tomarse el bus turístico que permite tener una visión general subiendo y bajando cuantas veces uno quiera durante el día, y volver caminando para profundizar un poco más. De esa manera, se podrá conocer el impresionante Parque Tivoli, ubicado en pleno centro, un parque de diversiones del siglo 19, de los más antiguos del mundo, con diversas atracciones al estilo Disney World, bares y restaurantes, ideal para pasar el día en familia.

El centro histórico, o Frederiksstaden, cuenta con el Palacio de Amalienborg, compuesto por cuatro edificios, donde reside la familia real danesa durante el invierno y fue construido entre 1750 y 1768.

Otro de los palacios más conocidos es el de Christiansborg, ubicado sobre un islote, y allí funciona el Parlamento danés, el despacho del Primer Ministro y la Corte Suprema. En materia de palacios los daneses no se quedaron atrás y también construyeron el castillo-palacio de Rosenborg en 1606 que, en principio, era casa de campo y tras varias modificaciones dispuestas por el rey Cristian IV pasó del estilo renacentista neerlandés hasta la forma actual.

El Nyhavn, paseo marítimo

Sin dudas es uno de los lugares más pintorescos de la capital danesa y conviene disfrutarlo caminando por ambos lados del canal. Sobre una de sus márgenes, se encuentran pequeños hoteles, bares, confiterías y restaurantes de muy buen nivel, pintados de diversos colores muy llamativos. Era la puerta de entrada al centro de la ciudad desde el mar y fue construido por el rey Cristian V, entre 1670 y 1673. Actualmente es considerado un puerto-museo y sus aguas son surcadas por pequeños botes y grandes lanchones turísticos que permiten a los visitantes tener otra visión de tan hermoso lugar.

as calles son amplias y la bicicleta es el medio de transporte más utilizado por los daneses. Para ello cuentan con grandes ciclovías de hasta dos metros de ancho, de una sola mano para cada lado, con semáforos propios y prioridad de paso. Se estima que hay unas 675 mil bicis, algo más que los 605 mil habitantes y superan en cinco veces a los automóviles. Su calidad de vida hace que Copenhague esté calificada entre las ciudades más habitables del mundo, contando para ello con numerosos espacios urbanos, plazas y parques.

Además, tiene la calle peatonal más larga de Europa, llamada Stroget, aunque en realidad se trata de calles distintas que van uniendo plazas muy importantes desde el Ayuntamiento. En su extenso recorrido hay grandes centros comerciales, tiendas de souvenirs, bares, restaurantes y confiterías. También se pueden contemplar las estatuas vivientes, conjuntos musicales, malabaristas, y personajes que intentan ganarse algunas coronas.

Entre los iconos de la ciudad se destacan una escultura de bronce llamada La Sirenita, obra del artista Eduard Eriksen, y el cambio de guardia en el Palacio de Amalienborg, donde reside la reina Margarita II. El espectáculo es bastante largo y los soldados van dando vueltas alrededor de la gran estatua ecuestre de Federico V, que se encuentra en el medio.

El aeropuerto y la Estación Central de Trenes son un verdadero lujo, están unidos por trenes urbanos que permiten a los turistas arribar al centro de la ciudad en pocos minutos. Por otra parte, el puerto principal, llamado Kobenhavn, es el punto de salida y llegada de los cruceros que visitan los fiordos noruegos pasando por Oslo, Kristianstad y Bergen, entre otros. También se puede unir esta capital con la ciudad sueca de Malmo a través del maravilloso puente Oresund.

Gastronomía

Uno de los platos típicos daneses es el Frikadeller, que se compone de albóndigas de carne molida de cerdo con cebolla, leche, huevos, harina, sal y pimienta. Gravlax es un plato que se elabora con salmón marinado en distintas especias y se sirve crudo, acompañado con pan integral untado con manteca. Las salchichas o panchitos también son muy comunes en los puestos ambulantes, con distintos ingredientes. Siempre acompañadas todas las comidas por la infaltable cerveza, en un bar cuesta casi siete euros.

Museos

El Museo Nacional, la Galería Nacional, la Biblioteca y el Museo de la Resistencia se pueden visitar gratis. Los comercios cierran entre las 18 y las 19 y los supermercados a las 20.30. Normalmente se almuerza y cena muy temprano, por lo que hay que tener en cuenta que los restaurantes están abiertos hasta las 14.30 y a las 21.