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Tres clásicos de Traslasierra que no pasan de moda: Nono, Las Rosas y San Javier

Nono es sinónimo de calma serrana.
Nono es sinónimo de calma serrana.

Traslasierra es una de las zonas más encantadoras de la provincia y el lugar ideal para descansar y dejarse atrapar por el espíritu serrano.

El Valle de Traslasierra es uno de los más elegidos por los cordobeses para sus escapadas. En esta nota, te recomendamos tres imperdibles (de entre más de 20 localidades) que reúnen lo mejor de la región.

Nono

Este pueblo tiene un encanto particular: al llegar y recorrer sus calles el visitante siente la calma serrana. Sus casas y construcciones están llenas de historia y esto se debe a que es uno de los pueblos más antiguos de Traslasierra. Fundado a fines de 1700, alrededor de su plaza se pueden encontrar viejas pulperías y casas de adobe que trasladan en el tiempo. La localidad posee también hermosos ríos rodeados de vegetación autóctona, como Los Sauces y Chico; el punto donde se juntan estos ríos, denominado “juntura de los ríos”; y los balnearios Las Tropas y Los Remansos, con cascadas y piletones. En la plaza se encuentra la feria municipal de artesanías y productos regionales, una de las más interesantes de la zona. Otros atractivos de Nono son el museo polifacético Rocsen, con una colección de más de 50.000 piezas de todo el mundo; y el laberinto.

San Javier

Sitio predilecto de artistas y artesanos, este destino es uno de los más pintorescos del valle, con una arquitectura que combina el estilo inglés en sus casonas del siglo XIX y las clásicas pulperías y construcciones de adobe. La plaza es el centro de reunión y alrededor se puede saborear el encanto local en sus bares, visitar a sus artesanos o dar una vuelta a caballo o en burro por el poblado. Para hospedarse hay desde clásicas hosterías hasta encantadoras residencias boutique con todas las comodidades. Rodeadas del aroma de las hierbas serranas, sus calles de tierra invitan a conocer las producciones de la zona y los talleres de artistas, visitar su antigua iglesia o hacer caminatas y sumergirse en la naturaleza a través de senderos. En el último tiempo se ha vuelto también una opción para disfrutar del enoturismo, con algunas bodegas imperdibles para degustar varietales.

Villa de Las Rosas

Esta bella localidad es el punto de acceso al dique La Viña, uno de los grandes atractivos del Valle de Traslasierra. Por otro lado se la conoce como “el portal del Champaquí”, ya que ofrece el camino más corto de acceso al cerro, y fue nombrada también Capital del Senderismo por los circuitos que bordean sus arroyos. Su encantadora plaza, bañada por el perfume de sus rosas, recibe al visitante con su reconocida feria de artesanías y una vista preciosa de las sierras. Agreste y tranquila, Villa de Las Rosas ofrece también un balneario para disfrutar en los meses de calor y los arroyos Los Molles, Las Chacras y Los Hornillos. Su paisaje invita a caminar por senderos y enamorarse del lugar con el canto de los pájaros como banda sonora.