buscar

Salinas Grandes: un mar de sal y de oportunidades

La impactante vista aérea de las Salinas Grandes. Foto: gentileza Álvaro Brollo
La impactante vista aérea de las Salinas Grandes. Foto: gentileza Álvaro Brollo

Las Salinas Grandes de Córdoba buscan desarrollarse turísticamente, como las de Jujuy o de Bolivia. Experiencias bajo las estrellas y nuevos proyectos ambiciosos, reciben el impulso conjunto de los sectores públicos y privados.

Una noche estrellada no es igual en todas partes. En las Salinas Grandes de Córdoba, a 180 kilómetros de la ciudad capital, puede ser una experiencia única.

En el único hotel de San José de las Salinas, preparan un menú especial para trasladarse al medio de las salinas de noche, para el avistaje de estrellas y para una cena inolvidable. Las Salinas Gran Hotel fue un sueño que nació en el municipio, pero que después se concedió a la empresa La Industrial Salinera que hace casi tres décadas explota el lugar.

Pensar turísticamente la inmensidad del lugar, no es ningún capricho de ocasión: hay ejemplos muy claros de cómo se puede promocionar un destino semejante, y complementar con la producción industrial o generar productos regionales típicos.

Lo hace Jujuy, incluso en una salina menor en superficie a la que comparten Córdoba, La Rioja, Catamarca y Santiago del Estero.

En las Salinas Grandes se encuentra el refugio Vida Silvestre Monte de las Barrancas, que se expande entre los paisajes de bosque chaqueño, el arbustal y las playas salinas. Es uno de los hábitats naturales del puma, el gato montés de las salinas, el guanaco, el quirquincho, la liebre criolla y el conejo de los palos.

La vegetación autóctona está conformada por algarrobos, quebrachos, chañares y cardones, bajo los cuales desarrollan su vida las tortugas de tierra, las lampalaguas y las yarará chicas.

El interés por potenciar el lugar, además, es genuino. El hotel de tres estrellas –que abrió en enero de 2020, sin imaginar la pandemia que iba a cambiar el mundo y afectar la industria turística–, recién pudo abrir con normalidad en diciembre, pero tuvo muchos meses de intensa actividad hasta abril, con sus 20 habitaciones casi siempre ocupadas.

Ahora, la nueva cuarentena obliga a esperar a que la situación sanitaria mejore, pero las perspectivas para lo que viene son excelentes.

Desarrollo integral

Entre los municipios de los alrededores, decidieron conformar un ente de desarrollo turístico, para potenciar tanto a San José de las Salinas como a Lucio V. Mansilla, Quilino y Villa Quilino, y complementar los esfuerzos públicos con el sector privado.

Participaron de este lanzamiento los intendentes e intendentas, el presidente de la Agencia Córdoba Turismo Esteban Avilés y otras dependencias del gobierno provincial. Raúl del Rincón, que gerencia el hotel, destacó que se viene trabajando desde hace tiempo con todos los sectores.

"Esto va a dar un impulso para el turismo de toda la zona", aseguró Raúl del Rincón a Voy de Viaje, esperanzado en que puedan crecer en promoción del destino desde lo turístico, pero también con medio ambiente y educación, para que puedan llegar hasta allí grupos educacionales.

“En el hotel, tenemos acceso a las salinas para los pasajeros. Allí nos permitimos contar la historia de cómo se cosechaba la sal antes, cómo son los procesos de hoy en día. Pueden ver los piletones para el secado del agua salitrosa, y ver el amanecer y el atardecer en el lugar. A la gente le encanta. El paisaje en un día soleado, cuando se esconde o cuando sale el sol, con los colores que levantan el cielo, los maravilla”, agregó.

Para Raúl, la promoción de las salinas como destino, es una deuda que siempre estuvo pendiente. “Mucha gente ni siquiera tiene idea que hay unas salinas semejantes en la provincia de Córdoba”.

El hotel fue concebido y edificado por el municipio de San José, y la concesión fue para la empresa salinera, que permite el acceso a las minas de sal. “Para la explotación turística, la condición era usar las salinas como el atractivo lógico para atraer al turismo y desarrollar un sistema”.

Desde el ente promueven la creación de un museo de sal que será único, además de otras alternativas valiosas para descubrir en los alrededores.

Con respeto a las Salinas Grandes de Jujuy, está es mayor, y aunque está distribuida en varias provincias, la de Córdoba es la única explotación industrial importante. Desde allí, más del 80 por ciento de lo que se produce es para consumo industrial, como curtiembres, fábricas de pintura, entre otras. Una parte menor se trabaja para consumo humano.

Todo el año

“El hotel tiene habitaciones con baño privado, aire acondicionado, wifi, televisores led, y todas las comodidades y necesidades de un hotel de primera línea”, dijo Raúl del Rincón, quien destacó la propuesta gastronómica del lugar.

“A pesar de que nos fue bien en la temporada, hay que ver cómo sigue. Empezamos con un plantel de siete personas y llegamos a tener 15 empleados en temporada, una demostración de que es una fuente de trabajo importante”.

¿Qué momento del año es mejor para conocer las Salinas Grandes? “Todo el año es ideal. Hay distintos tipos de paisaje: en el verano, al margen de la temperatura y de poder hacer uso de la pileta, hay días con lluvia en los que el salar está como si fuera un mar. Con no más de 5 centímetros de agua, pero todo cubierto. En cambio, en otoño todo hace que se vea blanco, como si fuera nieve. Hay que conocer las dos opciones, las dos muy bellas”, agregó Raúl.

Los atardeceres, son únicos. Todos los días distintos, por la temperatura, la presión atmosférica, la humedad, pero siempre con paisajes muy bonitos.

La experiencia nocturna, vale la pena. Desde el hotel llevan grupos de unas 20 personas a cenar mientras se disfruta de la vía láctea de un modo único. “La gente queda fascinada”.

Facundo Picat, director de La Industrial Salinera, agregó que incursionar en la parte turística fue novedoso para ellos, y los primeros resultados fueron excelentes. “Con otras empresas y los municipios decidimos armar el Ente de Desarrollo Turístico porque sabemos que con un hotel solo no alcanza, y con las salinas solas, tampoco. Pensamos en actividades como el Museo de la Sal, un Centro de Interpretación, poder ir a la reserva natural Monte de la Barraca, capacitar al personal, mejorar la cartelería”, detalló.

Nuevas ideas

Picat aseguró que es un primer paso, y que hay mucho potencial en las salinas para proyectos de glamping que permita pernoctar en el lugar como en otros destinos. “Debemos pensar el turismo como algo sostenible para la región, con los productos locales y la gastronomía nuestra”.

Para Picat, lo turístico complementaría lo industrial. “Se puede potenciar la marc,a desarrollar nuevos productos, como sales gourmet. Se abre todo un abanico de posibilidades. No es lo mismo de una sal gourmet en una salina industrializada que una que permita conocer cómo son los procesos de fabricación de la sal. Si bien nuestro negocio es la extracción y explotación, el turismo puede acompañar y hacer un proyecto más integral”.

El ejemplo jujeño es claro: allí se extrae la sal, se cuida el medio ambiente, se trabaja el turismo y los productos regionales.

La parte cordobesa de las Salinas Grandes, tiene diferencias con las de otras provincias. “La única explotación se realiza en Córdoba, que es la parte más baja, con mayor proporción de sal. Es donde más tiempo está la salmuera en la laguna. En las zonas más altas, se convierten más en salitrales, con tierra y sal, vegetación bajita. El manto blanco de las salinas está en Córdoba”.