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De villa de veraneo a ciudad centenaria

Dique Piedras Moras. Playas ex Amarilla y Azul que la próxima temporada de verano tendrán paradores con servicios para disfrutar de jornadas completas de cara a la naturaleza.
Dique Piedras Moras. Playas ex Amarilla y Azul que la próxima temporada de verano tendrán paradores con servicios para disfrutar de jornadas completas de cara a la naturaleza.

Fue pergeñada como una villa para veranear y el fundador diseñó su trazado en una cuadrícula donde nacen avenidas y diagonales. La construcción del dique Piedras Moras en la década de 1970 reforzó los objetivos fundacionales.

A  106 kilómetros de Córdoba capital, en el Departamento Tercero Arriba y conectada por la ruta nacional 36, se encuentra Almafuerte, la ciudad que acaba de cumplir 100 años.

De manera casi repentina, el paisaje de campos llanos a la vera de la ruta se transforma en un retrato diferente. El puente que le da el nombre al dique Piedras Moras conecta con el magnífico espejo de agua que precede a la ciudad de Almafuerte.

Planteada como asentamiento de los inmigrantes que llegaron para trabajar en la construcción del dique de Embalse y soñada como un vasto territorio de quintas frutales y de chacras, allá por 1900, los terratenientes comenzaron a lotear tierras con la visión de un perfil turístico. La villa de veraneo fue fundada el 12 de septiembre de 1912 por Pedro C. Molina y no tardó en convertirse en un rincón de descanso para aquellos que se sintieron atraídos por la colosal obra hídrica.

El ferrocarril recibió los materiales provenientes del extranjero para la construcción de la represa y de la usina eléctrica que se concretó a pocos kilómetros. También en los trenes llegaron diarios de la época y mano de obra calificada como picapedreros españoles, noruegos, suecos y alemanes, entre otros.

En la actualidad, la mística de aquellos tiempos se resguarda en el edificio de la estación de trenes hoy convertida en el Museo Antropológico Regional Camiare que preserva el patrimonio cultural y natural y que se suma a la red de museos de Calamuchita con el fin de sostener una ruta cultural como atractivo para quienes visiten la zona. Distintas salas temáticas ofrecen colecciones arqueológicas; la historia del ferrocarril en la Argentina con exposición de algunas máquinas; documentación y la sala Centenario con la línea histórica de la ciudad desde 1912.

Corazón ciudadano. El corazón de Almafuerte está constituido por la iglesia de 1915 con una fachada de estilo neo romántico italiano y la plaza central de cuatro manzanas atravesada por igual número de avenidas en diagonal.

Del contacto de los ingenieros extranjeros, que arribaron para realizar las grandes construcciones, con los criollos nació el primer impulso para la concreción de la futura ciudad.

La construcción del dique Piedras Moras (1972 a 1979) significó un posicionamiento para quienes proyectaron un perfil turístico a la población porque hoy Almafuerte es un lugar elegido para la escapada del fin de semana e incluso para vacaciones de verano.

Puestas de sol. El balneario de Almafuerte se consolida con nuevos servicios para el turista hacia la próxima temporada. Así se preparan paradores a orillas del lago, donde beber refrigerios bien helados mientras se observa la puesta del sol, después de una divertida tarde en familia o con amigos escuchando música.

La juventud busca los paradores diseñados para estar cómodos con sus pares, la familia también cuenta con el servicio para adquirir desde una reposera a la sombra, estacionamiento protegido o un asador para compartir un exquisito almuerzo si se quiere pasar una jornada completa al aire libre.

Los deportes náuticos sin motores (por ley desde 1987) son la atracción y el hilo conductor que invita a muchos amantes de estas modalidades a formar parte del Club de Vela de Almafuerte. Aunque también el buceo es otra de las actividades relevantes.

No sólo de expertos que llegan a Almafuerte para vivir la aventura de recorrer bajo el agua los restos de lo que fuera parte del pueblo y quedó tapado, sino también para aquellos que se inician en las profundidades con el asesoramiento de un instructor.

Almafuerte invita a descubrir a modo de aventura los secretos de los comechingones, cultura aborigen que dejó sus huellas en algunos senderos pero también se puede desandar el pasado al recorrer la casa del fundador.

Una naturaleza pródiga rodea a la ciudad y desde el Club de Observadores de Aves de Calamuchita se invita a participar de un circuito para hacer avistajes de fauna y flora con la guía de personal especializado.

Camino al verano. En noviembre tiene lugar el lanzamiento oficial de la temporada y en las distintas playas identificadas con nombres se realizan tentadoras propuestas que apuntan al entretenimiento y a la diversión.

Para el próximo verano se prepara un cronograma con actividades recreativas, espectáculos con bandas de música; alternativas deportivas con triatlones y el Campeonato Provincial del Lago, pesca deportiva y encuentros culturales.

Para aquellos que disfrutan de la actividad física, a metros del lago y de manera gratuita hay aparatos que tientan al desafío y que se complementa con una ciclovía iluminada para largas caminatas o paseos en bicicleta.

A la hora de organizar una visita a Almafuerte hay que tener en cuenta que el próximo verano se inaugurará un hotel Howard Johnson Express Inn (4*) pero además hay cabañas y hospedajes.

Las noches de verano son ideales para disfrutar de una salida al cine o asistir al teatro para ver alguna obra, previo paso de una cena en alguno de los restaurantes de la zona céntrica. Muy cerca, sobre el lago se observan los resplandores de la luna.

Informes: Oficina de Turismo teléfono (03571) 47-0606. E-mail:turismo.almafuerte@gmail.com

En Internet: www.lagopiedrasmoras.com.ar

www.almafuerte.gov.ar

*Fuente de datos: Fabián Tarquini (historiador).

La Plata como modelo

Cuenta la historia que Pedro C. Molina se basó en los planos de la ciudad de La Plata, capital de la provincia de Buenos Aires, para diseñar el trazado de Almafuerte. Inspirado en la que fuera ciudad natal de su primera esposa, Ventura Barros Matheu, pergeñó la cuadrícula exacta que representa a La Plata y que se refleja como espejo con un centro cívico, cuatro avenidas que parten en diagonal y que terminan en idéntica cantidad de plazas en distintos barrios.

Pedro C. Molina no sólo quiso rendir homenaje a su esposa sino también a Dardo Rocha, fundador de la llamada "Ciudad de las Diagonales" (La Plata).