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Aventura y naturaleza en el dique San Jerónimo

Un recorrido por el dique San Jerónimo. Foto: gentileza Juan Montiel
Un recorrido por el dique San Jerónimo. Foto: gentileza Juan Montiel

El paseo termina en el paredón del embalse, pero más allá es posible descubrir el “Baño de los Dioses” o la cascada Huerta Mala, entre otras maravillas.

El dique San Jerónimo es un verdadero tesoro natural de la provincia de Córdoba. Un poco escondido, es el premio para aquellas personas que se animan a nuevos caminos en busca de algo más que los paseos tradicionales.

Este embalse fue el primer dique de arco construido en Sudamérica, inaugurado el 19 de abril de 1942. Su paredón mide aproximadamente 18 metros de altura y 74 metros curvos de coronamiento, y se encuentra a una altura de 1.400 metros sobre el nivel del mar.

Un recorrido por el dique San Jerónimo. Foto: gentileza Juan Montiel
Un recorrido por el dique San Jerónimo. Foto: gentileza Juan Montiel

En la localidad de La Cumbre, Valle de Punilla, al dique es posible llegar de dos modos: con vehículo o a pie.

Los caminos de Punilla

Para la primera de las opciones, hay que partir desde el Golf Club de La Cumbre, tomando el camino que conduce a Ascochinga por la ruta 66. Tras pasar la estancia El Rosario, el camino llega hasta el estacionamiento del dique, donde comienza el paseo a pie por el paredón, el espejo de agua, la casa y los alrededores.

Un recorrido por el dique San Jerónimo. Foto: gentileza Juan Montiel
Un recorrido por el dique San Jerónimo. Foto: gentileza Juan Montiel

El recorrido a pie comienza en la plaza céntrica del pueblo por un camino de tierra hacia el balneario municipal El Chorrito.

Allí nos encontramos con el río San Jerónimo, y se continúa sin alejarnos de la orilla, que nos llevará hasta el dique.

Esta es la opción más recomendada, ya que la naturaleza cautiva con su magia y belleza. Es necesario llevar buen calzado y mochila para la travesía, que conduce al Baño de los Dioses o la cascada Huerta Mala.

Por momentos, hay que alternar el camino de una a otra orilla, se pasa por un puente de troncos y cuando parece que el camino nos aleja del río por el bosque, no hay que perder la huella.

Por descubrir

Un recorrido por el dique San Jerónimo. Foto: gentileza Juan Montiel
Un recorrido por el dique San Jerónimo. Foto: gentileza Juan Montiel

En la zona, el viajero podrá conocer el edificio de retiro espiritual de la orden de los Benedictinos, y a esa altura del recorrido hay dos opciones: continuar por el río en zonas de muy difícil acceso y con la corriente que dificulta el trayecto, o subir la ladera escarpada hasta los caños de agua del dique, instalados a comienzos de la década de 1940.

Esta segunda opción ofrece una fantástica panorámica. A la altura del segundo paso se encuentra el sitio conocido como la cascada Huerta Mala, donde se puede apreciar un hermoso paisaje natural.

Más adelante hay que pasar un pequeño puente de madera, e ingresar al tramo final para llegar al paredón del San Jerónimo. Hasta allí hay unos 8 kilómetros, que se pueden recorrer en dos horas y media de marcha tranquila.