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Almafuerte y Embalse, entre lagos y el río Ctalamochita

Almafuerte y Embalse, unidas por las aguas del río Ctalamochita. (Keegan Ediciones)
Almafuerte y Embalse, unidas por las aguas del río Ctalamochita. (Keegan Ediciones)

Embalse, en la costa oriental del lago del río Tercero, tuvo un vital impulso con las grandes obras del Estado; y la industrial Almafuerte, junto al dique Piedras Moras, surge con el desafío de convertirse en un nuevo polo turístico.

Sus historias individuales se entremezclan. Las unen las grandes obras del sistema hidroeléctrico integral que se desarrolló domando el cauce del río Tercero o Ctalamochita, tal su nombre nativo; y también cuando a la estación de Almafuerte llegaba el tren con miles de personas que se dirigían hacia los hoteles de la Unidad Turística de Embalse. Ambas tienen su fortaleza en las actividades sobre los lagos, sus paradores y en mostrar una parte de la historia que bien vale la pena conocer.

Las autovías 36 y 6 han facilitado el acceso a la región. (Keegan Ediciones)
Las autovías 36 y 6 han facilitado el acceso a la región. (Keegan Ediciones)

Embalse

Esta localidad surgió de la mano de las obras del dique Quebrada del Río Tercero, allá cuando el 10 de diciembre de 1911 cuando el ministro de Obras Públicas de la Nación, Ezequiel Ramos Mexía, puso la piedra fundamental de esta obra promovida e iniciada por los ingleses del Ferrocarril Central Argentino, ya que las crecidas del río tenía a mal traer a los ramales ferroviarios aguas abajo.

Embalse creció al amparo de las obras del dique a comienzos del siglo 20. (Keegan Ediciones)
Embalse creció al amparo de las obras del dique a comienzos del siglo 20. (Keegan Ediciones)

Las obras se iniciaron, pero fueron abandonadas por los ingleses en años de muchas convulsiones. Hacia finales de la década de 1920 los trabajos vuelven a cobrar impulso a través del Estado Nacional, con los proyectos del ingeniero Juan Carlos Alba Posse y el gran ejecutor que fue el ingeniero correntino Santiago Enrique Fitz Simon. Tras una década de intensa labor el dique quedó finalizado hacia 1936, lo que dio origen al espejo de agua artificial más grande de la provincia de Córdoba con más de 5.500 hectáreas; y posteriormente le siguieron las obras de la segunda y tercera usina.

Segunda Usina, hermoso lugar a la vera del río a pocos kilómetros al este de Embalse. (Keegan Ediciones)
Segunda Usina, hermoso lugar a la vera del río a pocos kilómetros al este de Embalse. (Keegan Ediciones)

De aquel obrador fue surgiendo el pueblo que en 1946 recibió otro gran impulso con la construcción de la Unidad Turística de Embalse, en el marco de la política de turismo social del gobierno liderado por Juan Domingo Perón, en un amplísimo predio con 7 hoteles y 51 bungalows con una capacidad de albergar a más de 3 mil personas, y que en la actualidad se encuentra casi en estado de abandono.

Almafuerte y Embalse, unidas por las aguas del río Ctalamochita. (Keegan Ediciones)
Almafuerte y Embalse, unidas por las aguas del río Ctalamochita. (Keegan Ediciones)

El proyecto que definió el perfil de Embalse fue la construcción desde 1974 de la Central Nuclear, y que fuera inaugurada una década después. (Por cuestiones de los protocolos de pandemia se encuentran suspendidas las visitas a la central).

Qué visitar

El lago. Es la principal atracción, en especial en verano con la práctica de los deportes acuáticos. A lo largo de la costa del embalse se suceden varios paradores como Bahía Beach, Vitto, playas El Ceibo y Maldonado.

Recorrer el perilago en la zona de la Unidad Turística caminando, en bicicleta o a caballo es deleitarse de manera continua con las diferentes vistas que se tienen en cada recodo del camino y en el marco natural de la imponente arboleda. Aquellos que quieran disfrutar de una pileta lo pueden hacer en la que se encuentra frente al Hotel Nº 3 ($ 50 por persona). En uno de los sectores del predio se encuentra el Centro de Capacitación de los guardaparques de la Administración de Parques Nacionales.

La práctica de los deportes acuáticos concentra la actividad en las costas del lago. (Keegan Ediciones)
La práctica de los deportes acuáticos concentra la actividad en las costas del lago. (Keegan Ediciones)

En la playa Maldonado se encuentra una oficina de turismo municipal (www.embalse.gov.ar; tel.: 3571 485588) donde podrán consultar sobre los operadores habilitados para realizar cabalgatas (Hugo Muñoz, tel.: 3571 573262), kayak (Lorena Costa y Paula Bezzoni, tels.: 3571 524255/605433), senderismo (Miguel Hechem, tel.: 3571 310965), pesca (Daniel Medina, tel.: 3571 551604) y hasta buceo (Martín Bustos, tel.: 3571 532709).

Museo Eva Perón. Funciona en uno de los edificios de la Unidad Turística, a pocos metros de la ruta que lleva hacia la Central Nuclear. Está abierto por la mañana, de 9 a 12 y con entrada gratuita, en las diversas salas se podrán observar elementos de mediados del siglo 20, como fotografías, vajilla, mobiliario, libros, etcétera, con toda la impronta del gobierno peronista de entonces.

Mueso Eva Perón, en la Unidad Turística de Embalse. (Keegan Ediciones)
Mueso Eva Perón, en la Unidad Turística de Embalse. (Keegan Ediciones)

Hacia la zona del paredón hay varios puntos de interés

Museo Municipal J. C. Alba Posse. Si uno se dirige desde Embalse hacia el norte, justo antes de ingresar al paredón del dique hay que desviar a la derecha y subir por la avenida de los Trabajadores.

Ya ingresar al edifico levantado por los ingleses en 1914 y destinado como una subusina es un placer. Es posible hacer un repaso fotográfico desde apreciar el cauce natural del río previo a las obras hasta las construcciones de túneles y torres que conforman la obra que hoy está a la vista. Hay también una parte dedicada a los pueblos originarios y la Central Nuclear, y cualquier duda que tenga el visitante bastará con preguntarle a Adriana Olmedo quien le responderá con la pasión que solo tiene alguien que ama su lugar; y le podrá mostrar algunas piezas que son una joya, como el teléfono que disponía el edificio en 1914.

Mueso Municipal Juan Carlos Alba Posse, funciona en el edificio que los ingleses levantaron en 1914 como una subusina. (Keegan Ediciones)
Mueso Municipal Juan Carlos Alba Posse, funciona en el edificio que los ingleses levantaron en 1914 como una subusina. (Keegan Ediciones)

Gruta San Martín de Porres. Un poco más arriba se encuentra la gruta, en medio de un mirador espectacular, y que fuera escenario de los primeros casamientos de día.

Gruta San Martín de Porres, en el barrio Las Casiltas. (Keegan Ediciones)
Gruta San Martín de Porres, en el barrio Las Casiltas. (Keegan Ediciones)

Cerro de los Enamorados. En la punta norte del paredón se encuentra el acceso a este punto con una vista panorámica excepcional, que se acrecienta todavía más si el agua está pasando por encima del vertedero.

Al mediodía o después de una intensa jornada Embalse ofrece una buena oferta gastronómica y también cuenta con un casino.

Principales atractivos de Embalse. (Keegan Ediciones)
Principales atractivos de Embalse. (Keegan Ediciones)

Almafuerte

La rica historia de esta localidad sorprende al visitante. Primero hay que conocer el origen de su nombre, porque hay algunos que la ubican como Piedras Moras, que es el nombre del dique. Otro punto es que muchos piensan que su nombre es un homenaje, y lo es, pero no referido al maestro y poeta bonaerense Pedro Bonifacio Palacios cuyo seudónimo era “Almafuerte”, sino al abogado y político nacido en esta zona, en El Salto, que fue el fundador de la localidad, Pedro C. Molina, y cuyas columnas de opinión las firmaba con el seudónimo de “Alma Fuerte”. Con el tiempo el nombre se agrupó en una sola palabra tal como lo conocemos ahora.

El nombre de este centro turístico se refiere al seudónimo que utilizaba su fundador, el político radical Pedro C. Molina. (Keegan Ediciones)
El nombre de este centro turístico se refiere al seudónimo que utilizaba su fundador, el político radical Pedro C. Molina. (Keegan Ediciones)

Los antecedentes de Almafuerte se remontan al antigua población de El Salto Norte, la que quedó bajo las aguas del dique Piedras Moras cuando se llenó el embalse a finales de la década de 1970.

Pero desde comienzos del siglo 20, Pedro C. Molina comenzó a imaginar un nuevo trazado, con diagonales tal había sido diseñada la reciente ciudad de La Plata, de donde su mujer Ventura Barros Matheu era oriunda. Pero no solo fue cuestión de planos, sino que Molina promovió el establecimiento de la estación ferroviaria y una obra que aún sorprende, el canal que hoy lleva su nombre, y que llevaba agua del río Tercero o Ctalamochita al pueblo y zonas aledañas a lo largo de una red de más de 25 kilómetros.

Casco de La Ventura. Esta casona que perteneció al fundador y que espera una pronta restauración para incorporarla al patrimonio de Almafuerte. (Keegan Ediciones)
Casco de La Ventura. Esta casona que perteneció al fundador y que espera una pronta restauración para incorporarla al patrimonio de Almafuerte. (Keegan Ediciones)

La localidad fue adquiriendo un perfil industrial y muy ligada a las actividades agropecuarias, hasta que comenzó a incursionar en la recepción de turistas. Vale la pena visitar la avenida principal, que lleva el nombre del fundador, y observar las fachadas centenarias que desembocan en la estación del ferrocarril. Hasta allí llegaban desde mediados del siglo pasado miles de personas que tenían como destino final la Unidad Turística de Embalse, y desde Almafuerte continuaban su camino generalmente en colectivos.

Pero sin dudas fue la construcción del último dique que embalsa las aguas del Ctalamochita lo que marcó definitivamente a la región. Hacia 1979 las aguas taparon las construcciones de El Salto, cuyos vestigios son uno de los puntos preferidos de los buceadores.

Complejo Lago Piedras Moras, con su nueva red de paradores. (Keegan Ediciones)
Complejo Lago Piedras Moras, con su nueva red de paradores. (Keegan Ediciones)

En los últimos años Almafuerte está creciendo sensiblemente como destino turístico. La finalización de la autovía entre Córdoba y Río Cuarto (Almafuerte se encuentra a unos 100 kilómetros de ambas ciudades), la autovía a la vecina ciudad de Río Tercero y la infraestructura que se ha empezado a levantar junto al lago, sumado a su tradicional balneario a la vera del río, le permite recibir a numerosos visitantes.

Qué visitar

Complejo Lago Piedras Moras. Este renovado espacio es el principal centro de atención en la temporada estival y cuenta con modernos paradores y servicios (estacionamiento $ 200 por vehículo por día). La nueva costanera o "Avenida del Sol" invita a pasear en cualquier vehículo o simplemente caminando. Hacia el oeste el sector de playa continua, ya sin servicios, hasta llegar al Predio de la Bomba.

Complejo Lago Piedras Moras, con su nueva red de paradores. (Keegan Ediciones)
Complejo Lago Piedras Moras, con su nueva red de paradores. (Keegan Ediciones)

Al frente del Complejo Lago Piedras Moras, en la costa norte, también se halla un sector muy elegido por la gente, al que se ingresa por el camino que conduce al predio del Sindicato Regional de Luz y Fuerza (Sirelyf) y pasa frente al santuario San José, que alberga las imágenes de la iglesia que quedó sumergida al llenarse el dique.

Santuario San José. (Keegan Ediciones)
Santuario San José. (Keegan Ediciones)

Balneario Municipal. Se encuentra a la vera del río Ctalamochita, aguas abajo del paredón, cuando ya el río fluye libremente. Conviene ingresar por la estación de servicio Gulf (sentido único de circulación), para evitar tener que transitar por la autovía a Río Tercero y llegar a la rotonda donde realizar el retorno.

Tiene un magnífico entorno natural que invita al avistaje de aves en el sendero Aguada de pájaros, vestigios de los pueblos originarios, una frondosa arboleda, asadores, mesas y bancos, proveeduría, sanitarios y un sector destinado a camping.

Museo Antropológico Regional Camiare (MARC). Funciona en el edificio de la antigua estación del ferrocarril, que integra además el parque o Paseo del ferrocarril.

Museo Camiare y la sala destinada a resguardar el pasado de la estación ferroviaria. (Keegan Ediciones)
Museo Camiare y la sala destinada a resguardar el pasado de la estación ferroviaria. (Keegan Ediciones)

Es uno de los museos más importantes de la región y se exhibe una rica colección de restos fósiles, objetos de los pueblos originarios de la región, del Noroeste argentino y una sala dedicada al pasado mismo de la estación ferroviaria. (Horario: de martes a domingos de 10 a 13 y de 18 a 22, entrada libre y gratuita).

Las colecciones exhibidas hacen del museo Camiare uno de los más importantes de la región. (Keegan Ediciones)
Las colecciones exhibidas hacen del museo Camiare uno de los más importantes de la región. (Keegan Ediciones)

Paseos en bicicletas y otras actividades. En la oficina de informes de la Municipalidad ubicada en el ingreso al Complejo Lago Piedras Moras es posible pedir prestada una bicicleta (debe concurrir un mayor de edad con documento y firmar un comodato). Resulta ideal para un paseo en familia, recorrer la calle principal del pueblo, la estación del ferrocarril y el Museo Camiare, proseguir por el Paseo del ferrocarril, tomar la Av. Buenos Aires dividida por el Canal Molina y visitar la imponente iglesia de San Pedro Apóstol, entre otros sectores.

Principales atractivos de Almafuerte. (Keegan Ediciones)
Principales atractivos de Almafuerte. (Keegan Ediciones)