buscar

Un recorrido por la cara más verde de Jujuy

Laguna Rodeo. PH: Gentileza Marisol Ríos
Laguna Rodeo. PH: Gentileza Marisol Ríos

Las regiones de valles y yungas conforman un ambiente selvático en la montaña. Una red de pequeños emprendedores turísticos impulsa el desarrollo sostenible en pueblos y parajes rurales.

Entre frutillitas silvestres que crecen al ras del suelo, helechos y vegetación frondosa, hay un trozo de madera a modo de señalización en letras amarillas que anuncia “Angosto de Jaire”.

A pie apenas unos metros por una huella, el visitante se sumerge en un pasadizo natural o cañón zigzagueante de un ancho máximo de un metro entre dos paredones de piedra con musgo adherido.

El sendero es el lecho de piedras y arena de un arroyo de apenas un hilito de agua cuando no es época de lluvias.

El cielo por momentos no se ve por el techo de vegetación verde intenso formado por los helechos gigantes, lianas, árboles y otras especies de una flora exuberante. El aire es húmedo y el único ruido lo aportan los pájaros.

Dicen que la salida está siempre más allá, donde vive Coquena, la divinidad indígena que según la leyenda protege a los animales con su mano de lana y reserva la de hierro para los cazadores.

Pero lo real es que luego de media hora de caminata, desaparecen los paredones y se abre lo que parece el corazón de una selva de montaña donde el sol se cuela entre el follaje a unos cuantos metros sobre las cabezas. Uno podría imaginarse en la Mosquitia centroamericana, en vez de Jujuy, más conocido por los paisajes áridos de la Puna y la Quebrada de Humahuaca.

El atractivo es parte de lo que ofrecen los valles y yungas de Jujuy –a unos 30 kilómetros de la capital San Salvador–, una cara menos conocida de las regiones en las que se divide la provincia del norte argentino.

El Angosto de Jaire. Foto: Patricia Veltri
El Angosto de Jaire. Foto: Patricia Veltri

Para llegar hasta el Angosto de Jaire, partiendo en auto desde la localidad de Yala, se toma la Ruta Provincial 29 (paralela a la Ruta Nacional 9) hasta el Mirador de León, límite geográfico del final de las yungas y valles y el inicio de la quebrada.

El lugar ofrece una magnífica panorámica del lecho seco, pedregoso y ancho del río Grande, enmarcado por las montañas cubiertas de vegetación. Luego de la foto para el recuerdo, se continúa 5 kilómetros por la ruta de tierra hasta la grieta que se formó remotamente entre paredones de granito.

Costumbres gauchescas y sabores típicos

En la localidad de San Antonio, su plaza central es la síntesis de la eco-región: abundante en sombra y verdor, bordeada por una acequia donde el agua corre generosa, tiene una escultura en homenaje al gaucho que simboliza la cultura que la distingue.

Las asociaciones gauchescas se distribuyen por el pueblo. En los negocios, las pizarras ofrecen quesillo de vaca, y el restaurante rural Pueblo Encanto da cuenta de la gastronomía local: empanadas en horno de barro, milanesas de quesillo y un helado de crema a base de miel de caña y cayote, que se preparan en el momento en que los comensales se ubican en algunas de las mesas debajo de un sauce y mientras se pasean cerca los pavos reales, gallinas y gansos.

Dique La Ciénaga. Foto: Patricia Veltri
Dique La Ciénaga. Foto: Patricia Veltri

Muy cerca, el departamento El Carmen tuvo un hijo pródigo que difundió esa cultura gauchesca de valles y yungas en la voz del folklorista Jorge Cafrune. Ubicado a 23 kilómetros de la capital provincial, es un oasis con espejos de agua como el dique La Ciénaga y balnearios.

Esa particularidad suma a la gastronomía, a base de asados a la estaca, los pescados como el pejerrey que dan lugar a una fiesta provincial; o los buñuelos –por ejemplo, con api (maíz morado)- que tienen su “Buñuelódromo”.

Nadar en aguas calientes y ricas en propiedades terapéuticas es una propuesta reparadora para cualquier etapa del año en el complejo familiar Quebrada Termal, ubicado en los valles de Termas de Reyes.

En un entorno de montañas tupidas como una alfombra verde, es posible pasar el día rotando entre tres piscinas con diferentes temperaturas. A la hora del almuerzo, se pueden degustar minutas como empanadas típicas con cerveza regional norteña.

El principal referente del bioclima de las yungas y valles de Jujuy es el Parque Nacional Calilegua. Todos estos sitios conforman una región para descubrir y vivir como protagonistas de una película que transcurre en la selva montañosa.

Red de turismo sostenible

En pleno aislamiento por la pandemia, un grupo de pequeños emprendedores jujeños impulsaron la creación de la Red de Turismo Sostenible. Tiene 19 integrantes, en su mayoría prestadores de servicios en las regiones de yungas y valles que impulsan el turismo sostenible, en plena naturaleza y de perfil rural, que rescata las tradiciones y costumbres que los distingue.

Tienen como objetivo el desarrollo del turismo sostenible en sus pueblos y parajes rurales.

Datos de contacto: redtursosteniblejujuy@gmail.com; teléfono 0388 500-4616 y por mensaje en su fanpage Red de Turismo Sostenible de Jujuy.