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Con ustedes, las ballenas francas

Las ballenas francas, las protagonistas. En esta época del año se pueden observar a simple vista desde la costa o embarcados. Es un espectáculo conmovedor.
Las ballenas francas, las protagonistas. En esta época del año se pueden observar a simple vista desde la costa o embarcados. Es un espectáculo conmovedor.

Las ballenas francas ya llegaron a Golfo Nuevo y hasta diciembre retozarán en esas costas. Además, en Península Valdés, según la época del año hay lobos, elefantes marinos, pingüinos, toninas y hasta orcas. Una experiencia única con la naturaleza.

Como lo hace todos los años, la ballena franca austral ya llegó a su segunda casa, el Golfo Nuevo, frente a Puerto Madryn y Puerto Pirámides, en la provincia de Chubut. Desde mayo y hasta diciembre esta especie tan atrayente puede verse con notable facilidad, ya que el cetáceo no esquiva el contacto con los humanos.

Contrariamente a lo que estamos acostumbrados a escuchar, estas moles de decenas de toneladas que surcan el océano pueden verse en Madryn no sólo en la primavera sino también durante todo el invierno. Por eso, las vacaciones de mitad de año pueden incluir este destino, pródigo en numerosos atractivos, más allá de las ballenas.

Esta zona costera de la provincia de Chubut tiene como principal imán la Península Valdés, paraíso natural donde se reúnen extraordinarios recursos de fauna marina y terrestre. Es una porción de tierra que los animales interpretan como una isla, pero en realidad se trata de un istmo que la mantiene unida al continente, factor que permite adentrarnos para gozar de la vida silvestre como si estuviéramos insertos en ella.

Para planificar bien el viaje será necesario organizarse porque, además de destinar –por ejemplo– un día para las ballenas, tendremos que prever un recorrido por la península para ver, según el lugar y la época del año, lobos y elefantes marinos, pingüinos, toninas y hasta orcas. En los caminos de enlace que nos llevan a los diferentes extremos de esta privilegiada porción de tierra podremos apreciar animales terrestres como zorros, cérvidos, ñandús, perdices y ovejas, por citar sólo algunos de los ejemplares que se cruzan por el camino.

Actriz principal

Las ballenas pueden apreciarse en esta época del año, a simple vista, desde la costa, y a pocos metros de nuestro emplazamiento. Para esto, una vez que nos alojamos en Puerto Madryn, nos trasladamos a pocos kilómetros, a la playa El Doradillo. Si bien el azar juega lo suyo, es frecuente caminar por la playa mientras las ballenas nadan a metros de la costa. En cada una de sus salidas a la superficie, puede escucharse su sonido característico y hasta ver alguna columna de “rocío” cuando exhalan. Para que un cosquilleo nos recorra la piel.

Pero lo más interesante de la experiencia de avistar ballenas es hacerlo desde una embarcación. Para eso debemos trasladarnos a Puerto Pirámides, un pueblito muy pintoresco, previo contrato de excursión o en el propio vehículo.

Primero cruzamos el istmo Ameghino, donde hay un interesante centro de interpretación. El camino luego sigue entretenido y, una vez en el destino, hay varias empresas que realizan las excursiones que nos adentran en el mar, escenario donde las ballenas se mueven con mayor libertad.

Aprender disfrutando 

Es curioso el comportamiento de estos mamíferos que van y vuelven de la Antártida, todos los años. Durante el verano y parte del otoño se alimentan de krill cerca del polo sur. En esta temporada, vienen a esta región para aparearse o para amamantar y entrenar a sus crías, que nadan junto a sus madres durante dos o tres años.

Por eso, cuando nos acercamos con las embarcaciones podemos ver una madre con su cría o una hembra seguida de varios machos que la cortejan. El espectáculo es tan variado como singular.

Desde la comodidad de los barcos que llegan hasta centímetros de las ballenas se puede apreciar y fotografiar la cola de los cetáceos (de varios metros de ancho), el nado sincronizado y hasta el salto de algunos machos que sacan casi toda su anatomía en una salida vertical para luego caer sobre las olas.

Una preocupación de los defensores de las ballenas es el molesto vuelo de las gaviotas que insisten en picotearles el lomo y lastimarlas para alimentarse.

Para esta temporada se inaugura en Puerto Pirámides una curiosidad que podrá ubicarse en el tope de los atractivos. El “submarino amarillo” es un barco al que se le adaptó en la parte inferior de su casco, bajo la línea de flotación, una serie de ventanas por las que los pasajeros podrán apreciar a las ballenas debajo del agua. Sus responsables prometen un espectáculo único.

De todas formas, las otras alternativas ofrecen un servicio de nivel internacional que deja conformes a todos. Además de la seguridad en la navegación y explicaciones muy útiles para el conocimiento de las “gordas”, se ofrecen servicios de fotografías y videos que le permiten al viajero olvidarse de esos registros y disfrutar a pleno el avistaje.

La excursión tiene una duración de aproximadamente una hora que se disfruta con emoción. Sin correr riesgo alguno, es un paseo capaz de dejar sin aliento a quienes no están acostumbrados a experiencias de este tipo. Ver emerger a esos seres gigantescos que coquetean con los espectadores que están en la cubierta, es algo que llega al corazón.

Lo que hay que saber

Excursiones. Avistaje de ballenas, $ 500 (menores de 12 años, $ 250). Avistaje de toninas, $ 500 ($ 250). Paseo en catamarán, $ 320 ($ 160). Snorkeling con lobos marinos, $ 950. (www.lobolarsen.com). Travesía en 4x4, $ 400.