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Calendario argentino: un destino por mes para recorrer el país

Esteros del Iberá. Foto: Corrientes.travel
Esteros del Iberá. Foto: Corrientes.travel

Se va el primer fin de semana largo de este 2021, pero todavía quedan varias opciones para aprovechar turísticamente el año. Destacamos un destino para cada mes, para programar un viaje inolvidable. 

Marzo: Mendoza

Por supuesto que Mendoza es una provincia para encontrarse en cualquier momento del año, con sus encantos particulares de cada estación (ríos y actividades al aire libre en verano, nieve en invierno, momentos de descanso o visitas enoturísticas en primavera), pero el otoño, y particularmente durante las semanas de la vendimia, es el ideal.

Lejos de las temperaturas más extremas, marzo o fines de septiembre son los meses perfectos para ponerse en #ModoMendoza. Visitas a bodegas con la Cordillera de los Andes como escenario; paseos por sus ríos y embalses; una escapada a la encantadora San Rafael, pueden ser parte de una visita. En la capital de la provincia, no hay que dejar de ir al Cerro de la Gloria, el parque General San Martín, la Plaza Independencia (con la mejor hotelería en los alrededores), o el barrio Cívico.

Este año, el encuentro cultural más convocante de Cuyo, la Fiesta de la Vendimia, se realizará de modo virtual.

Abril: Córdoba

Semana Santa no sólo es una fecha importante desde lo espiritual, también el fin de semana de mayor movimiento turístico en el país. En la capital, a través de la céntrica Catedral, la iglesia de los Capuchinos, el circuito de las campanas por Nuestra Señora del Carmen, Nuestra Señora del Pilar, las basílicas Nuestra Señora de la Merced o Santo Domingo, se puede conectar con la historia espiritual cordobesa.

Por supuesto, no hay que obviar la Manzana Jesuítica y su conexión con el legado centenario en las estancias como La Candelaria, Jesús María y Colonia Caroya, Santa Catalina o Alta Gracia.

En Traslasierra, muy popular es la actividad vinculada a San José Gabriel Brochero. El Camino del Peregrino y el flamante Parque Temático Brochero Santo, son opciones para programar en esta fecha.

Otra alternativa es descubrir la Capilla Nuestra Señora del Rosario de Tegua, en el departamento Río Cuarto, construida en 1696 y puesta en valor hace muy pocos años, luego de años de abandono.

Mayo: Jujuy y Salta

El tren salteño, para mirar todo desde arriba. Foto: Tren a las Nubes
El tren salteño, para mirar todo desde arriba. Foto: Tren a las Nubes

Siempre es un buen momento para viajar al norte, pero siempre es mejor evitar los calores extremos de enero y febrero, que además son los de mayores lluvias, para que la experiencia sea más placentera.

Entre los otoñales meses de marzo a mayo, como los primaverales de septiembre a noviembre, Salta y Jujuy parecen programas ideales. Los paisajes, que en estas épocas conservan el verde de la vegetación, son extraordinarios (y los precios, sensiblemente menores).

La oferta es abrumadora: destinos naturales con postales que parecen de otro mundo, selvas o quebradas, recorridos gastronómicos y culturales, paseos inolvidables (como el Tren a las Nubes), son alternativas válidas para disfrutar. Pueblos anclados en el tiempo, ciudades pujantes, música y comida que conserva la raíz norteña, artesanías de origen milenario, iglesias y circuitos religiosos, son algunas de las posibilidades del norte.

Se puede programar un viaje que contemple también Tucumán, en un corredor completo y variado.

Junio: Río Negro y Neuquén

Mirador Bandurrias en San Martín de los Andes. Foto: Agus López (@pasaje.en.mano)
Mirador Bandurrias en San Martín de los Andes. Foto: Agus López (@pasaje.en.mano)

Mientras en otros destinos argentinos los climas extremos determinan si es mejor o peor momento para visitarlos, en las principales provincias de la Patagonia no parecen ser un impedimento, al contrario.

El calor elevado –pero seco– del verano, con una vegetación deslumbrante entre lagos y montañas con bosques milenarios, o la temperatura bajo cero del helado invierno, ofrecen posibilidades para vacacionar, opuestas aunque igual de encantadoras.

El mes de junio, con el comienzo del frío más fuerte, las montañas nevadas y los paisajes de cuentos, allanan el camino para aprovechar los encantos de Río Negro y Neuquén.

San Martín de los Andes, Bariloche, Villa La Angostura y todo el camino de los 7 Lagos, las más lejanas Aluminé o los centros termales de Copahue y Caviahue, o los cerros Chapelco y Tronador, son una maravilla para combinar con la mejor gastronomía (en invierno, los chocolates son las estrellas).

Parque Nacional Los Alerces. Foto: Argentina.gob.ar
Parque Nacional Los Alerces. Foto: Argentina.gob.ar

Se puede combinar con una visita más al sur, llegando a Esquel (Chubut), y su Parque Nacional Los Alerces.

Julio: Tierra del Fuego

La nieve en Ushuaia, ideal para el invierno.
La nieve en Ushuaia, ideal para el invierno.

Si querés esquiar, el centro de esquí más austral del mundo y considerado el de la mejor nieve de Sudamérica, Ushuaia es el lugar.

Nadie va a correr por el frío, ya que es precisamente uno de los atractivos al final de la Argentina. A principios de julio suele abrir su temporada, y es el primero de muchos meses, ya que por su ubicación y su temperatura el invierno se estira mucho más (hasta octubre) que en otros destinos argentinos de nieve.

El Cerro Castro, a 26 kilómetros de Ushuaia, se ha convertido en uno de los destinos preferidos no sólo por muchos argentinos sino por el viajero internacional, que llega o por aire o en cruceros.

Hay restós, pistas, hotelería de gran nivel, y por supuesto sus kilómetros y kilómetros de pistas para todos los niveles de esquiadores y amantes de los deportes invernales.

La visita al “fin del mundo” se puede combinar también con recorridos turísticos, gastronómicos o culturales, que en esta época del año tienen un encanto doble.

Agosto: Buenos Aires y Santa Fe

Caminito, un clásico porteño. Foto: Ente de Turismo Buenos Aires
Caminito, un clásico porteño. Foto: Ente de Turismo Buenos Aires

Junto a Córdoba, son los centros urbanos más importantes de la Argentina, y si uno piensa en hacer turismo de ciudad, piensa en ellos antes que nada. Claro que Buenos Aires toma la delantera siempre, y las opciones de esta gran urbe son inabarcables en una visita de algunos días.

Sus edificios históricos, sus grandes avenidas, sus puertos, su oferta cultural –con el tango a la cabeza, pero también con teatros y grandes espectáculos–, hacen de Caba un destino sorprendente. Con impronta europea, pero con sus costumbres y gastronomía tradicional (el asado argentino es el rey de reyes), Buenos Aires no sólo es la elegida por el turista nacional sino también por el extranjero que pone el ojo en la Argentina del mapamundi. Porque además, es la puerta hacia distintos destinos del interior.

Gastronomía junto al río, en Rosario. Foto: Rosario
Gastronomía junto al río, en Rosario. Foto: Rosario

Otra opción muy popular es Rosario, con su valor histórico y patrimonial bien preservado, con su actividad permanente de día y de noche, o con su encantadora costanera del Río Paraná, sede de actividades culturales, recreativas y gastronómicas.

Septiembre: Santiago del Estero

Hotel Los Pinos en Río Hondo. Foto: Hotel Los Pinos
Hotel Los Pinos en Río Hondo. Foto: Hotel Los Pinos

Argentina tiene una gran actividad dentro del turismo termal. Mendoza, el litoral o la Patagonia, por nombrar algunos, cuentan con oferta para quienes buscan combinar los viajes con el bienestar.

Uno de los lugares más importantes del país está en una provincia no tan turística, como Santiago del Estero: las Termas de Río Hondo está considerado el principal centro termal y spa de Sudamérica.

En las últimas décadas, Río Hondo (a orillas del río Dulce, que cuenta con un dique en el que se practica pesca deportiva) ha desarrollado muy fuertemente su infraestructura turística, y se ha convertido en una plaza de alto nivel, también como sede de turismo de congresos y convenciones.

Ubicada sobre una gran terma mineralizada que cubre 12 kilómetros a la redonda, sus propiedades ya eran reconocidas por las culturas precolombinas, que las llamaban Aguas del Sol. Se organizaban caravanas desde Cusco para aprovechar las virtudes de las “yacu rupáj” (aguas calientes), consideradas de origen divino.

Octubre: Misiones

Misiones es sinónimo de tierra colorada, de grandes saltos de agua, de los rastros jesuíticos en medio de sus abundantes selvas. Lo mejor es evitar los meses de más calor y de más frío para vivir una experiencia placentera. Septiembre y octubre, o el mes de mayo, son los preferidos para un viaje.

Los Saltos de Moconá es una formación que crece en interés y convocatoria, pero todavía las Cataratas del Iguazú siguen siendo las estrellas misioneras, con su imponente Garganta del Diablo y el resto de estas maravillas del mundo.

Como buen centro internacional, las Cataratas (y su combinación con el lado de Brasil, por el momento cerrado), tiene hotelería de gran nivel, combinada con otra accesible para todos los bolsillos.

Un paseo imperdible en Iguazú es la visita a las Ruinas Jesuíticas de San Ignacio, del siglo 17, y las Minas de Piedras Preciosas de Wanda, con cavernas oscuras en las que se puede encontrar la mejor piedra amatista del mundo, cuarzo o topacio.

Noviembre: Santa Cruz y Chubut

El verano es la mejor época para visitar el glaciar Perito Moreno, pero también la más cara y más concurrida. Por eso, los argentinos suelen elegir de septiembre a noviembre como los meses ideales para llegar a El Calafate, en Santa Cruz.

Paseos en embarcaciones hasta el corazón del glaciar, hotelería de gran nivel para disfrutar de un paisaje único, recorridos para realizar diversas actividades deportivas como trekking, con vista a los glaciares permanentemente, excursiones a maravillas cercanas, forman parte de la oferta de este destino que recién comenzó a popularizarse en la década de 1970, pero que en las últimas décadas adquirió mayor renombre.

Otra opción para noviembre es una visita a Puerto Madryn, en Chubut. El avistaje de ballenas es un espectáculo sorprendente que se puede disfrutar de mayo a diciembre. Sin embargo, entre septiembre y noviembre es cuando se ve la mayor cantidad de ejemplares en la zona.

Diciembre: Corrientes y Entre Ríos

Esteros del Iberá. Foto: Corrientes.travel
Esteros del Iberá. Foto: Corrientes.travel

Federación, en Entre Ríos, es una famosa ciudad con aguas termales, y es uno de los destinos preferidos del Litoral argentino. Pero claro, otros encantos entrerrianos, al ritmo de un buen chamamé, no pueden quedar fuera de un viaje a esta zona del país: Gualeguaychú, Colón y sus playas encantadoras, o el sorprendente Parque Nacional El Palmar.

En la provincia de Corrientes, donde la tierra comienza a tomar una tonalidad rojiza a medida que nos acercamos a Misiones, se destacan los Esteros del Iberá, un lugar único de más de 700 mil hectáreas de parque nacional, diverso en flora y fauna; u otras opciones como Yapeyú (donde nació José de San Martín) y Santo Tomé. A lo largo de todo el camino se podrán ver los mejores altares al Gauchito Gil, venerado en la zona.

La vida natural y sus parques nacionales, el legado cultural con su música típica, los senderos desafiantes, son algunas de las mejores propuestas que tiene el litoral argentino, que suele combinarse con la escapada a las cataratas de Misiones.