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Al sur del sur

Ushuaia, vista desde las alturas. De manera creciente, la capital de Tierra del Fuego se posiciona en el interés de los turistas provenientes de todo el mundo.
Ushuaia, vista desde las alturas. De manera creciente, la capital de Tierra del Fuego se posiciona en el interés de los turistas provenientes de todo el mundo.

Llegar a Ushuaia es arribar a un lugar magnífico por la historia, sus bellezas naturales y su ubicación geográfica, que la posiciona como la ciudad más austral del mundo. La visita provoca una conmovedora experiencia.

La llamada ciudad del Fin del Mundo tiene 80.000 habitantes estables y seduce con los distintos matices que ofrece. Desde esquiar en el cerro Castor, una de las mejores pistas de la especialidad, que en breve iniciará la temporada de deportes de nieve, hasta recorrer en embarcación el canal de Beagle, hay un rasgo distintivo en las ofertas de Ushuaia.

El paseo marítimo tiene dos variantes: una corta (cuesta $ 250) y una larga ($ 350) que llega hasta una pingüinera, donde se aprecian las colonias de estas aves marinas.

La excursión más larga visita un faro parecido al que inmortalizó Julio Verne en su obra El faro del Fin del Mundo (que se ubica en la isla de los Estados) y pasa cerca de las ya no tan famosas islas Picton, Lennox y Nueva. Al llegar al lugar se observa la importancia estratégica que tienen esas islas, sobre el Canal de Beagle que une el océano Atlántico con el Pacífico.

Desde lejos se aprecia también Puerto Hamilton, el pueblo más austral del mundo, con aproximadamente 7.000 habitantes, de origen chileno en su mayoría. Ya de regreso, la guía ofrece una valiosa explicación y arribamos al Puerto de Ushuaia.

De noche, la capital de Tierra del Fuego, iluminada, magnifica la bienvenida.

En el caso de presupuestos más holgados, es recomendable la propuesta de sobrevolar Ushuaia en helicóptero. No pudimos hacerlo, pero lo importante es que se llega hasta la cima de una montaña y permite que los tres pasajeros (máximo que lleva por viaje, que insume unos 40 minutos) desciendan y vean Ushuaia desde un lugar privilegiado. Precio de la excursión aérea: U 270.

Presidio histórico. La llamada "cárcel del fin del mundo", se encuentra a 600 metros del centro de la ciudad. Se trata de un impresionante presidio destinado a contener a los criminales más trascendentes de comienzos del siglo 20. Ya lejos de su original destino, abre sus puertas en la actualidad como museo, que al visitarlo permite conocer increíbles historias que se confirman a través de fotografías, documentos y relatos.

Una opción destinada a sectores de alto poder adquisitivo es llegar a la Antártida, en viajes que parten desde el puerto de Ushuaia.

“Quien ya conoció todo y turísticamente visitó todos los destinos, viene hasta acá para emprender ese viaje, cuyo recorrido mínimo es de dos semanas a un costo que parte de los U 5.000”, dice Daniel Leguizamón, secretario de Turismo de Ushuaia. Y aclara que, si hay disponibilidad, a último momento los precios suelen abaratarse.

En general, visitar la Antártida es un viaje más de investigación del Polo Sur que de placer, ya que muchas veces las inclemencias climáticas obligan a permanecer en el barco.

En la ciudad de Ushuaia, una cita ineludible es visitar Laguna Negra, una empresa familiar que se fundó en 1989 para elaborar chocolates artesanales de calidad. Las especialidades son los chocolates rellenos, bombones, alfajores y pastelería de excelente calidad, que se complementa con chocolate caliente, un combo especial para esas zonas frías.

Los chocolates rellenos se elaboran diariamente para lograr llegar al paladar con el aroma y sabor originales. Para ello se utilizan materias primas de primer nivel y luego los maestros chocolateros dan su “toque” en base a dulce de leche que luego se cubre de chocolate. Del mismo modo, destacan las guindas maceradas en licor durante meses y que luego son bañadas a mano, al igual que las naranjas en almíbar con cobertura de chocolate.

Último tren. Propuestas muy interesantes son conocer el Parque Nacional Tierra del Fuego y el Tren del Fin del Mundo, que revive la historia del convoy en el que eran trasladados los presos desde la cárcel hasta los paisajes comprendidos por el zigzagueante río Pipo, la cascada Macarena y los bosques y múltiples colores y aromas, entre imponentes montañas y el ocre de los turbales de los valle.

El recorrido dura poco más de una hora, a bordo de un ferrocarril de época con su locomotora a vapor y el encanto de una era que ya pasó.

La Estación del Fin del Mundo está ubicada en la ruta 3, kilómetro 3.065,49, en Ushuaia, Tierra del Fuego. Cuenta con un equipo de profesionales, liderado por un marplatense que recibe a cada turista en su idioma de origen.

En el andén confesó: “Me la paso escuchando al Flaco Pailos y su humor desopilante”. Es digno de remarcar el trabajo que hay en los trenes, por su limpieza y pulcritud y la excelente calefacción. El trayecto tiene algunas paradas para llevarse el necesario recuerdo fotográfico.

Tras esta singular excursión se puede ingresar a la reserva natural de Ushuaia, con el marco del mar que baña la costa. Para almorzar hay un restaurante y hasta un puesto de choripán y a pocos metros una estación de correos, donde todos ceden al impulso de enviar una postal “desde el fin del mundo”.

El circuito comienza a las 7.30 (el ómnibus retira al turista del hotel) y finaliza alrededor de las 17. Sin dudas, es un clásico de Ushuaia.

Desde la aerosilla. Finalmente, Ushuaia tiene una aerosilla que sube al glaciar Martial, que desde el próximo mes se utilizará como pista de esquí para novatos.

Está ubicada a tres kilómetros del centro de Ushuaia y la trepada demanda unos 20 minutos, tras lo cual hay que caminar poco más de dos kilómetros para llegar a ver el glaciar, una maravilla de la naturaleza, donde además se observa desde arriba la ciudad de Ushuaia, el Canal de Beagle y la isla de Navarino (en Chile).

La capital de Tierra del Fuego recibe barcos de todo el mundo y un promedio de 2.500 personas en cada uno de ellos. También en el aeropuerto y en los distintos puntos turísticos se notan visitantes de todas las nacionalidades. De todos modos, hay un lugar para el cuarteto en Ushuaia, un boliche que pone música cordobesa porque según dicen “hay tres plagas en la región: conejos, castores y cordobeses”.