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72 horas en El Bolsón

Qué no podés perderte en un viaje de tres días por este lugar mágico de Río Negro, ubicado al pie del imponente cerro Piltriquitrón.

Nos tomamos un avión desde Córdoba hasta Bariloche y, tras recorrer 130 kilómetros por la hermosa ruta 40, llegamos a El Bolsón. La ciudad, de entrada, obliga a bajar varios cambios: como las calles no tienen semáforos, uno debe conducir con mucho cuidado. Ese detalle, como otros que fuimos percibiendo a lo largo del viaje, nos indicó que en este rincón de Argentina se vive de manera diferente.

A otro ritmo empezamos entonces a conocer el pueblo. Entre varias diagonales encontramos la plaza Pagano, recientemente remodelada, donde se realiza la Feria Regional de Artesanos. Allí, cada martes, jueves y sábado se reúnen diferentes artistas para vender objetos hechos con madera, cerámica, flores secas, metales, lana y cuero. Otros puestos ofrecen miel pura, dulces, verduras frescas, frambuesas, nueces, tartas y empanadas.

Continuamos caminando por las avenidas principales, San Martín y Belgrano. En estas calles se ubica la mayoría de los restaurantes y locales comerciales. Dando vueltas descubrimos la iglesia y una enorme construcción donde funciona un centro holístico muy conocido en la zona, Lumina, donde se realizan diferentes terapias.

Otro referente en El Bolsón es Jauja, una heladería que no utiliza conservantes ni agregados químicos artificiales para elaborar sus exquisitos sabores. Los helados son orgánicos e irresistibles.

Aunque El Bolsón haya crecido mucho durante los últimos años, sigue siendo un lugar muy tranquilo, sin edificios ni grandes centros comerciales. En este precioso valle, delimitado por la Cordillera de los Andes y el imponente cerro Piltriquitrón, se respira aire puro y se siente una energía especial.

Aromas y sabores

Al día siguiente nos alejamos del centro y visitamos una de las tantas chacras que hay en la localidad: Humus. Se trata de una empresa familiar que se dedica a la producción de quesos, yogures y frutas finas. Paseamos por los campos y probamos el rico jugo de manzana que venden en botellas de vidrio.

En este sector del país, declarado municipio ecológico, se desarrolla una intensa actividad agropecuaria. La producción principal gira en torno al lúpulo, ingrediente clave para la elaboración de la cerveza. Los amantes de esta bebida encontrarán en los bares una gran variedad: rubias, negras, rojas, con miel y hasta con frambuesa.

Texturas y colores

Por la tarde condujimos 13 kilómetros y llegamos hasta la plataforma del cerro Piltriquitrón. Hasta ahí se puede ir en auto; el resto del recorrido se hace caminando. Tomamos el sendero hacia el Bosque Tallado. El trayecto no es complicado pero sí bastante empinado. Del principio al final, el paisaje hipnotiza: explotan los colores rojizos, ocres y verdes de los cipreses, coihues y lengas.

Llegamos al famoso bosque donde tiempo atrás un incendio quemó miles de árboles. Allí, artistas argentinos y extranjeros crearon esculturas con los troncos que se salvaron. Desde ese punto las vistas son espectaculares, pero las mejores panorámicas están más arriba.

Por eso seguimos subiendo y encontramos el refugio, una construcción de madera y piedra con grandes ventanales. Es el sitio ideal para comer algo y descansar. Ahí comprendimos por qué el cerro se llama Piltriquitrón, que en lengua mapuche significa “colgado de las nubes”.

Unidos por la naturaleza

El último día decidimos pasear por algunas de las localidades que –junto con El Bolsón– integran la Comarca Andina del Paralelo 42: El Hoyo, Lago Puelo, Epuyén, Cholila y El Maitén. Pueblos de Río Negro y de Chubut que comparten montañas, valles y ríos.

Una de las joyitas de la zona es el lago Epuyén, al que se puede ingresar por Puerto Patriada o por Puerto Bonito. En ambos se disfruta del lago con forma de herradura y aguas transparentes, donde el paisaje parece surrealista.

Otro imperdible de la región es el Laberinto Patagonia, con nueve entradas y una salida, considerado el más grande de Sudamérica. Y no hay que dejar de conocer el bellísimo Parque Nacional Lago Puelo: una reserva natural con un espejo de agua color turquesa.